Un empleado estatal fue asesinado de un balazo en la cabeza, delante de su hijo de 11 años, al ser asaltado por tres delincuentes en su casa de la localidad platense de Tolosa, y por el hecho fue detenido tras un tiroteo un adolescente que vive a 200 metros de la escena del crimen.

Los investigadores confiaron a la agencia Télam que creen que la víctima, identificada como Fabián Enrique Esquivel, de unos 40 años, fue baleada cuando quiso defender la vida de su hijo y forcejeó con uno de los asaltantes. “Le dijeron que iban a matar a su hijo”, aseguró ayer Soledad Quinteros, ex esposa de la víctima, quien era empleado de la Agencia Nacional de Seguridad Vial.

Según las fuentes de Télam, el hecho ocurrió ayer por la mañana, en una vivienda situada en la calle 15 bis, entre 529 y 530, de Tolosa, partido de La Plata, donde Esquivel residía junto a su hijo y su madre. Un vecino de la víctima llamó al 911 y alertó a la policía de que tres delincuentes, uno de ellos armado, habían entrado a robar a la casa del empleado estatal. Los asaltantes sorprendieron a Esquivel cuando éste se disponía a sacar su automóvil de la vivienda.

Poco después, efectivos de la comisaría de Tolosa arribaron al lugar y observaron que tres sospechosos huían de la casa a la carrera y con objetos robados. Se produjo un intercambio de disparos entre los delincuentes y la policía que terminó cuando dos de los sospechosos huyeron a la carrera y uno fue detenido. Luego, los uniformados entraron a la casa y hallaron a Esquivel muerto de un balazo en la cabeza. El detenido, según los bonaerenses, es un adolescente de 15 años, vecino a dos cuadras del lugar.

Quinteros llegó al lugar mientras los peritos de la Policía Científica aún realizaban el levantamiento de rastros y al retirarse se quebró en llanto y reclamó una mayor intervención policial. “El ya tenía dos denuncias hechas anteriormente porque le habían querido robar dos veces y la policía de esta comisaría no hizo nada”, señaló ante la prensa la ex mujer de Esquivel.

La prima de la víctima coincidió en señalar que el empleado estatal ya había sufrido dos asaltos en su casa y, en ese sentido, indicó: “Dicen que no hay dos sin tres. Lamentablemente, esta tercera vez tuvo que entregar su vida”. La prima de Esquivel contó que “la familia está destruida” y señaló que la madre de la víctima cree conocer a los delincuentes y teme que se vaya a cruzar a algunos de ellos cuando “vaya a hacer un mandado”.