Una escuela primaria del barrio de Villa Devoto, donde además funciona un jardín de infantes, tiene desde hace meses dos sótanos inundados, con más de un metro y medio de agua estancada, lo que genera un serio riesgo ambiental y para la salud de alumnos y docentes. Así lo entendió la Defensoría del Pueblo porteña que, a través de una resolución, le pidió al Ministerio de Educación porteño que resuelva ese problema y garantice “con carácter urgente, adecuadas y suficientes condiciones de infraestructura” en ese centro educativo. Voceros de la cartera educativa porteña aseguraron que se está trabajando para resolver el problema.

La escuela afectada es la Nº19 del distrito escolar 17, Franklin Delano Roosevelt, ubicada en Salvador María del Carril 4957, donde también funciona el Jardín Integral Nº3. Según un informe de la Oficina Técnica de Arquitectura y Urbanismo de la Defensoría, la escuela “presenta deterioros e inadecuadas condiciones de mantenimiento que presuponen la existencia de riesgo que compromete la seguridad de los alumnos y el personal que desempeña tareas en la institución”. En el texto, se describe que el edificio cuenta con “dos sótanos, ambos en condiciones de inundación”. También agrega que el sector destinado a sala de tanques, al momento de la visita, “se encontraba anegado (aproximadamente 1,60 metro de agua estancada)”. Según los docentes, esta situación lleva varios meses.

La Resolución 0867/11 de la Defensoría, firmada por la titular del organismo, Alicia Pierini, recomienda al subsecretario de Gestión Económico Financiera y Administración de Recursos de la cartera educativa porteña, Mario Terzano, que “arbitre los medios tendientes a garantizar, con carácter de urgente, adecuadas y suficientes condiciones de infraestructura, seguridad, habitabilidad y accesibilidad” en la escuela, a la que asisten más de 250 chicos de Villa Devoto. También recomienda al presidente de la Agencia de Protección Ambiental del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, Javier Corcuera Quiroga, que inspeccione los sótanos y encomiende a las reparticiones competentes de la administración “se aboquen a brindar una solución integral definitiva al problema de anegamiento”.

En diálogo con Página/12, Gustavo Lesbegueris, titular del área de Derecho a la Educación de la Defensoría, explicó que “los chicos no están en contacto con el sótano, pero constituye un factor ambiental de riesgo potencial”. “Se hacen campañas contra el dengue en la ciudad y por otra parte se mantiene un foco infeccioso nada menos que en una escuela”, alertó. El funcionario afirmó que “los problemas de infraestructura son la consecuencia de la sistemática subejecución del presupuesto destinado a esa área”.

Aunque se desconoce el origen de la inundación, se estima que puede originarse en filtraciones desde la napa freática. Voceros de la cartera educativa porteña afirmaron que se está trabajando para dar una solución a la comunidad. Precisaron que la directora de la escuela y el legislador Francisco “Tito” Nenna fueron en “reiteradas ocasiones a reuniones con funcionarios del Ministerio para agilizar la obra que ponga fin a la inundación en la escuela”. Desde el Ministerio argumentan que la directora puso como condición que los trabajos se hagan fuera del horario escolar.

La Defensoría también detectó condiciones deficientes de mantenimiento en otros sectores de la escuela. En los sanitarios, la instalación eléctrica es “deficiente y precaria, exhibiendo conductores sueltos, artefactos deteriorados sin sus respectivas luminarias, cajas de pase y tomacorrientes sin sus tapas de cierre”. “Los baños están inundados, porque rebasan los inodoros, además hay problemas de cloacas. Algunos padres se ofrecieron a destapar los baños y hacer arreglos, pero dijeron que la cooperadora no puede atender ese tema, ya que le corresponde a la Dirección de Infraestructura”, contó una mamá de segundo grado.

Además, el espacio donde están los tableros principales del edificio presenta “deficientes condiciones de seguridad y mantenimiento”, y en el patio cubierto hay ventanas sin vidrios, que “posibilitan el ingreso de aguas de origen pluvial”.

La Defensoría intervino a partir de la denuncia de un vecino, quien manifestó su inquietud por la existencia de un transformador de la empresa Edesur, que alimenta varias manzanas de la zona, dentro del perímetro de la escuela. El hombre expresó su preocupación ya que, si bien el transformador tiene un acceso independiente, arriba del lugar donde está instalado y a los costados hay aulas, por lo que un eventual incendio podría afectar a la escuela y a los alumnos. La Defensoría se acercó para verificar las condiciones de seguridad y por pedido de los docentes también inspeccionó el resto del edificio.

La resolución de la Defensoría, además, solicita a Edesur que aporte “las especificaciones técnicas y de mantenimiento” de ese transformador, y por otro lado, al ENRE, para que informe sobre los controles efectuados. La empresa Edesur, ante una consulta de este diario, informó que el transformador opera en condiciones normales y óptimas de funcionamiento bajo normas de seguridad vigentes.

Uno de los sótanos, con más de un metro y medio de agua.

Informe: Soledad Arréguez Manozzo.