Buenos Aires fue ayer lo más parecido a un “horno”, con una temperatura máxima que en las primeras horas de la tarde alcanzó los 38,8 grados, según informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Ante esta situación, los porteños buscaron alternativas para escaparle a la sofocante jornada, desde las playas artificiales a los solarios improvisados en plazas y pulmones verdes de la ciudad.

Uno de los lugares más concurridos fue el Parque de los Niños, ubicado en avenida General Paz e Intendente Cantilo, un espacio verde costero de 32 hectáreas donde funciona una de las playas montadas por el gobierno porteño. Sombrillas, reposeras, duchas al aire libre, juegos de agua e inflables para los más chicos ayudaron a mitigar el sofocón.

La novedad, ayer, fueron los juegos de agua, inaugurados este año, la principal atracción para los chicos. “Es la primera vez que vengo con mis sobrinos. Vinimos desde el mediodía porque este año no van a poder irse de vacaciones”, dice Margarita Donoso. Elías, de 10 años, uno de los sobrinos, comentó que “está muy bueno venir a esta playa porque nos divertimos mucho”. Los hermanos, de 3 y 5 años, se refrescan bajo la lluvia.

Entre mate, jugo de frutas y sandwichs de milanesa, los concurrentes le dieron pelea a la jornada mirando de lejos al río. A la tardecita se levantó viento, un anuncio de lo que será hoy un día más aliviado. Gracias a las ráfagas de unos 50 kilómetros por hora que empezaron a soplar desde el Este, “la máxima pronosticada para arrancar el fin de semana rondará los 31 grados en Capital y Gran Buenos Aires”, según indicó el SMN.

Informe: Sabrina Améndola.