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El primer millón y medio de dólares donado a la Argentina por el Fondo Global de Lucha contra el Sida, la Malaria y la Tuberculosis llegará al país la semana que viene. Con esa partida, que forma parte de los 28 millones que recibirá la Argentina en un plazo de cinco años, se pondrá en marcha un programa nacional de prevención del VIH-sida para el que ya fueron presentados cerca de 80 proyectos regionales y provinciales de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales. Se espera que hasta el lunes, día en el que termina el plazo para la recepción de propuestas, se presenten cerca de 300 programas de todo el país.
Así se lo confirmó a Página/12 el subsecretario de Programas de Prevención y Promoción de la Salud de la Nación, Andrés Leibovich, de vuelta de Cuba, donde participó del Foro Latinoamericano de Sida, realizado en La Habana la semana pasada. Según explicó el funcionario, los sucesos de diciembre del 2001 fueron decisivos para que la Argentina accediera a la ayuda del Fondo Global. Ese organismo, presidido por el multimillonario norteamericano Bill Gates, dona fondos destinados a la prevención del sida, la malaria y la tuberculosis “a países en situaciones socioeconómicas críticas o que no tienen capacidad para afrontar programas de prevención”, dijo Leibovich. Otra de las variables que fueron tenidas en cuenta –agregó– “es la existencia de un proyecto interesante que quieran financiar”, señaló Leibovich.
Junto a la Argentina, también fueron subvencionados Nicaragua, Chile, Panamá y Haití, país en el que las cifras del sida son las más altas del continente y los programas de prevención casi nulos.
La donación será administrada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y tendrá una primera etapa de dos años durante las que empezarán a funcionar los proyectos seleccionados con una partida de 12 millones. Luego de esta primera etapa, los giros de fondos continuarán hasta completar los 28 millones en un plazo de cinco años. “En estos dos años tenemos que mostrar que se trabaja de manera seria y transparente –destacó Leibovich–, ya que en esta primera etapa el programa está a prueba.”
Hoy son 21 mil los enfermos con VIH-sida bajo tratamiento en el país y todavía hay franjas de riesgo sobre las que ninguna campaña de prevención fue efectiva. “Una comprende a los adolescentes y jóvenes a los que no se logró convencer de lo imprescindible que es el uso del preservativo. En el otro extremo está el grupo que ronda los 50, que no acepta que no están a salvo”, definió el funcionario. También quedó demostrado –y allí reside la importancia de los proyectos regionales–, que hay lugares a los que no puede accederse con campañas convencionales que desconocen la diversidad cultural.