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La mujer hallada el martes calcinada en un basural de la localidad bonaerense de Lanús era una jubilada ligada a la actividad sindical que había desaparecido un día antes en el barrio porteño de Barracas.

Los forenses que practicaron la autopsia no pudieron establecer la causa de la muerte por los pocos restos que quedaron del cadáver, pero determinaron que podría haber sido quemada aún con vida y que no fue descuartizada como sospechó en un principio la policía.

Un zapato, una cadenita, restos de una tela de jean, una cremallera y clips metálicos que quedaron de una cirugía de vesícula son los elementos a partir de los cuales los familiares pudieron identificar a la víctima como Nélida Albina Casagerone (71).

Al margen de estar jubilada, la mujer estaba ligada a la actividad sindical en un gremio naval y al no asistir a su lugar de trabajo, comenzaron a buscarla. Su hermana fue quien realizó la denuncia por averiguación de paradero en la comisaría 26ª de la Policía Federal, de Barracas.

Por la coloración de algunos de los tejidos mejor conservados, los forenses creen que había irrigación sanguínea, lo que indicaría que la víctima fue quemada aún con vida, aunque esta hipótesis debe ser confirmada por estudios de laboratorio complementarios. Lo que sí descartaron los peritos es que Casagerone haya sido descuartizada por el autor del crimen como supuso e informó ayer la policía al encontrar los restos y les explicaron a los investigadores que las extremidades estaban desprendidas del cuerpo por la propia calcinación y por animales depredadores.

Los restos de la mujer fueron hallados por la policía en un basural ubicado en el pasaje Marini entre Bouchard y Bolaños de Lanús Este.

La fiscalía barrial porteña de La Boca-Barracas, que tenía la denuncia por el paradero, y la bonaerense de Lomas de Zamora que instruye el sumario por el hallazgo del cadáver, deberán definir ahora quién continuará con la pesquisa.

A partir del reconocimiento de Casagerone, en la causa también comenzó a trabajar la División Homicidios de la PFA.

Los pesquisas comenzaron a investigar al entorno y las actividades de la víctima para intentar encontrar algún sospechoso o móvil por el que haya podido ser asesinada.