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Diez viviendas ocupadas por trece familias y parte del Club Riberas del Paraná se derrumbaron en los últimas días en Santa Elena, 150 kilómetros al norte de Paraná, en la provincia de Entre Ríos, mientras otras 80 casas, el hospital local y una escuela están en riesgo de correr la misma suerte, como consecuencia de los desmoronamientos provocados por el río Paraná, en la franja costera.
Según voceros de la junta municipal de Defensa Civil, las viviendas estaban ocupadas por familias de condición humilde y su destrucción generó un problema social de difícil solución debido a que la mayoría de los integrantes de estos grupos son desocupados. Santa Elena, una localidad de 18.000 habitantes, de los cuales el 80 por ciento son desocupados tras el cierre del frigorífico regional que ocupaba a casi la totalidad de los pobladores, está situada en el departamento La Paz, sobre las altas barrancas que flanquean el río Paraná.
La acción causada por el agua en la base de las barrancas provocó que en los últimos días se registraran en esa zona nuevos deslizamientos, los que han dejado a otras 80 viviendas del Plan Fonavi separadas del abismo tan sólo por la calle Tomás de Rocamora. El desmoronamiento está amenazando también al hospital local, el único con el que cuenta esa población, y a la Escuela Nº 44, a la que concurren alrededor de 600 chicos. El desmoronamiento amenaza también con destruir la cañería que lleva el agua del río a la planta potabilizadora, con lo que la ciudad podría quedarse sin agua.