Martes, 29 de enero de 2013 | Hoy
SOCIEDAD › EL 30 DE ABRIL SERá REINA DE HOLANDA LUEGO DE LA ABDICACIóN DE BEATRIZ
Máxima Zorreguieta será reina consorte cuando su marido Guillermo sea el rey. La princesa anunció que su padre no asistirá a la ceremonia de coronación.
“Me parece que es un buen momento para dar este paso”, sentenció la reina Beatriz de Holanda, y anunció que abdicará en favor de su hijo Guillermo Alejandro de Orange-Nassau. Por ello, el 30 de abril, en la misma ceremonia durante la cual él será ungido rey, la argentina Máxima Zorreguieta se convertirá en reina del país que la reconoce como ciudadana desde 2001 y como esposa del –todavía– príncipe desde hace casi once años. En nombre de gobierno holandés, el primer ministro, Mark Rutte, recibió con beneplácito la novedad, y se manifestó “seguro de que el príncipe Guillermo Alejandro y la princesa Máxima cumplirán de forma exitosa sus nuevas funciones”. Por su parte, trascendió en medios holandeses que la ex alumna del Northlands que se convertirá en monarca habría comunicado a Rutte que ni su madre ni su padre, el ex funcionario de la última dictadura militar Jorge Zorreguieta, asistirán a la ceremonia de coronación. Zorreguieta padre está siendo investigado por su presunta complicidad con desapariciones y listas negras en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
En rigor de verdad, Máxima Zorreguieta, la economista nacida y criada en el Barrio Norte porteño, en Holanda no es considerada argentina desde 2001, cuando aceptó renunciar a su nacionalidad de origen para adoptar la del país donde nació su entonces prometido.
Máxima y el príncipe se habían conocido en 1999, durante una fiesta en la Feria de Sevilla. Ella, economista recibida en la Universidad Católica Argentina, estaba radicada en Nueva York, donde fungía como ejecutiva del Departamento de Ventas Institucionales para América latina de HSBC James Capel Inc. Poco después, cuando ocupaba un cargo similar en el Deutsche Bank, se comprometió con el heredero del trono naranja. Ese mismo año, 2001, se convirtió en ciudadana holandesa, condición sine qua non para volverse consorte de un integrante de la familia real.
Máxima Zorreguieta y Guillermo Alejandro se casaron el 2 de febrero de 2002, durante una ceremonia a la cual el gobierno holandés evitó invitar al padre de la novia, luego de meses de debates por el rol que Jorge Zorreguieta había jugado durante la dictadura de Jorge Rafael Videla.
La investigación sobre la familia de la novia del príncipe, que el gobierno holandés había encargado al especialista en política latinoamericana Michiel Baud, había generado una situación política tensa en el reino. Sin embargo, explicó Baud a este diario el día del casamiento, “el problema quedó concentrado” en “que el padre (de ella) no concurriera a la boda y que la hija rechazara al gobierno militar” durante el cual su padre fue funcionario. “Una y otra cosa ocurrieron”, dijo Baud. En marzo de 2006, el entonces presidente Néstor Kirchner recibió a la reina Beatriz de Holanda, su hijo el príncipe Guillermo y la –ya– princesa Máxima, en el marco de una visita oficial. Del encuentro, en el Salón Blanco de la Casa Rosada, también tomó parte la entonces primera dama y senadora Cristina Fernández, con quien recorrieron una muestra sobre Ana Frank, complementada con una exhibición sobre derechos humanos en Argentina. La reina Beatriz se interesó especialmente por el trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense.
En la biografía de la princesa holando-argentina, los periodistas Gonzalo Alvarez Guerrero y Soledad Ferrari detallaron que la coronación del príncipe y Máxima será “durante una sesión pública y conjunta de los Estados Generales en Amsterdam”, en Nieuwe Kerk, la iglesia donde se casaron “y donde algún día también serán sepultados”.
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