[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Una comerciante fue herida de gravedad por un hombre que, luego de robar en su negocio, la roció con combustible y le prendió fuego. El hecho ocurrió en un negocio de venta de ropa femenina en la localidad bonaerense de Villa Adelina, partido de San Isidro. Gabriela Mansilla (31) está ahora internada en terapia intensiva en el Hospital Central de San Isidro, en estado crítico. A los investigadores policiales les llama la atención el caso, porque nunca se había registrado un ataque con esta modalidad. Nadie puede explicar la saña del asaltante, que se llevó 4500 pesos entregados por la propietaria del comercio, sin oponer resistencia.

“O estamos ante el primer hecho de un psicópata sádico que en vez de ir con un arma prende fuego a sus víctimas o habrá que investigar otras hipótesis. Todo indica que se trató de un robo”, dijo uno de los investigadores. El autor del hecho, que sigue prófugo, es un joven alto, de tez blanca, que vestía remera y bermudas oscuras y se moviliza en bicicleta. El episodio ocurrió el lunes a las 20.30, cuando Mansilla estaba cerrando su local, llamado Phiampa, en Avenida de Mayo y Yerbal, pleno centro comercial de Villa Adelina.

La víctima declaró ante el fiscal Gastón Garbus, subrogante de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Boulogne, a cargo de la causa. La mujer contó que ella advirtió, cuando ya tenía cerrado el local, que había llegado un joven que apoyó su bicicleta sobre la reja del negocio. Aunque tenía dudas, igual abrió la puerta del comercio para salir a la calle y retirarse. En ese momento fue amenazada por el joven que la obligó a ingresar nuevamente.

El asaltante maniató a Mansilla con cinta de embalar y la sujetó al picaporte de la puerta. El joven le decía “la plata o te quemo” y le exhibía una botella con combustible, posiblemente alcohol, y un encendedor, que quedó tirado en el lugar. La mujer entregó el dinero que tenía, pero el ladrón igual le prendió fuego. Primero arrojó combustible en el piso y sobre la ropa. Luego la salpicó a ella y le prendió fuego.