Dos fiscales solicitaron ayer la prisión preventiva para el oficial de la Policía Bonaerense Julio Diego Torales, detenido y pasado a disponibilidad tras ser acusado de golpear a Luciano Arruga cuatro meses antes de su desaparición, después de llevarlo al destacamento de la localidad de Lomas del Mirador. El pedido fue hecho por los fiscales Carlos Arribas y Celia Cejas, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) especializada en Homicidios Dolosos y Averiguación de Causales de Muerte del Departamento Judicial La Matanza, al juez de Garantías 5 de ese distrito, Gustavo Banco. Torales está acusado de “severidades y vejaciones”, aunque la querella pide una calificación más grave porque considera que Arruga fue víctima de torturas.

Los golpes aplicados en septiembre de 2008 fueron constatados por los médicos del Hospital de San Justo y desde entonces el chico fue interceptado varias veces en la calle por la policía. El juez Banco ya le denegó a Torales la excarcelación que reclamó su defensa y en el fallo que derivo en su detención, el 8 de enero pasado, mencionó que hay dos oficiales más, sin identificar, que participaron del hecho.

Fuentes judiciales explicaron que, en su indagatoria, Torales admitió haber estado en el destacamento cuando Arruga fue detenido en 2008, pero negó haberlo golpeado. Sin embargo, al declarar en la causa por la desaparición, la madre del chico de 16 años, Mónica Alegre, dijo a la Justicia que, al ser liberado, su hijo le contó que había sido golpeado y lesionado por los efectivos, y acusó a Torales.