SOCIEDAD

La mujer que recibió del FMI respuesta a su bronca

Furiosa con el corralito, envió decenas de mails. Le contestó únicamente el FMI.

Por Mónica Gutierrez
Desde Córdoba

En medio de la angustia por la falta de trabajo y los ahorros retenidos, la respuesta que menos esperada María Sonia Bottiglieri fue la que llegó. De ocasión, sin soluciones a la vista, pero respuesta al fin. Desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) llegó el único mail de vuelta a las decenas que ella había enviado en estos días de desesperación, mientras políticos, banqueros y legisladores argentinos pasaron de largo. “Tenemos presente las enormes dificultades por las que atraviesan los ciudadanos argentinos, especialmente su caso que hemos tomado en cuenta”, le contestaron desde el organismo internacional. Desocupada y atrapada en el sistema bancario, la mujer interpuso ante la Justicia uno de los tantos amparos para que le permitan recuperar su depósito: “ahora sólo me queda confiar en la Justicia”, señaló.
Con 36 años, María Sonia está sola y tiene una hija de tres a quien hasta diciembre pasado mantenía con su trabajo. Es técnica radióloga y trabajaba en el Hospital Infantil Municipal hasta que el intendente Germán Kammerath resolvió no renovar su contrato, como no lo hizo con el de otros tantos profesionales del sistema de salud cordobés. Estudió en la Universidad Nacional de Córdoba y cuando se recibió, en 1989, no soñó con este presente que le quita el sueño. “Mis ahorros son producto de mi trabajo y también de la herencia que me dejó mi padre, que falleció hace dos años”, le contó a Página/12. Para poder recuperarlos, el abogado Miguel Ortiz Pellegrini la patrocina en un amparo que es para ella la única expectativa.
Hace unos quince días, decidió desahogar su angustia en la computadora, y escribió un mail que envió a más de treinta direcciones. “Les conté que era madre soltera, que los ahorros que me dejó mi padre habían quedado adentro del banco, que sentía una gran impotencia por no poder recurrir a la Justicia, cuando en ese momento se había suspendido esa posibilidad”, detalló. Senadores, diputados, medios de comunicación y dirigentes del Fondo Monetario fueron, sin distinción, destinatarios del mensaje.
El 15 de febrero pasado llegó a su correo electrónico la primera y única respuesta, que no vino de un medio, de un banquero ni siquiera de un político en campaña. Era el Fondo Monetario el que le decía “le agradecemos el mensaje sobre la situación de Argentina. Quisiéramos destacar que el FMI tiene presentes las enormes dificultades por las que atraviesan los ciudadanos, especialmente su caso que hemos tomado en cuenta, por las restricciones bancarias”. Más adelante, analizan que “es primordial sanear el sector bancario para que Argentina recupere la estabilidad económica, estamos trabajando con las autoridades para que ese sector se normalice lo antes posible”. Con la firma EXR, Public Affairs, el mail contiene párrafos de una conferencia que el director del organismo, Horst Kohler, pronunciara en Washington el 28 de enero pasado, donde sostiene que le “preocupan los disturbios sociales y las penurias. Hacia finales del año pasado se hizo evidente que no había en la Argentina la unidad política necesaria para llevar a la práctica la estrategia que el mismo país había elegido”. También le sugieren a la mujer que visite el sitio oficial del Fondo (www.imf.org) “donde publicamos información actualizada sobre la Argentina y otras cuestiones”.
“Lo escribí como un desahogo, además de salir a los cacerolazos”, explicó Bottiglieri, quien se sorprendió por la respuesta: “Fue una satisfacción saber que alguien leyó mi carta, aunque no vayan a ocuparse de mi problema puntual”.

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Como miles de personas, María Sonia dio rienda suelta a su bronca contra el corralito.
Además de cacerolear, envió mails a políticos, medios y bancos. La respuesta la sorprendió.
 
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