Carolina Píparo detalló ayer en los tribunales platenses la forma brutal en la que fue atacada cuando regresaba a su casa, tras retirar dinero de un banco para comprar una propiedad en 2010. Durante la primera audiencia del juicio, la mujer que perdió su embarazo por aquel episodio no pudo reconocer a quien le disparó entre los siete imputados. Sí lo hizo su madre, María Ema Cometta, quien señaló como autor material del ataque a Carlos Burgos, de 19 años. Píparo es asistente social y en su declaración afirmó que entiende que hay gente que nace en desigualdad de condiciones, lo que puede generar delincuencia, pero dijo que no comprendía “tanta maldad”. “Yo les daba todo, el auto, los dólares, los pesos ¿por qué me dieron un tiro, por qué mataron a Isidro (su bebé), por qué tanto odio para mí? A mí me arruinaron la vida y a mi hijo no le dejaron que viviera una vida”, afirmó.

Antes de entrar al Tribunal Oral en lo Criminal Nº2, a donde concurrió acompañada de su marido, Juan Ignacio Buzali, y su hermano Matías, Píparo comentó que tiene muchas expectativas “para que se haga justicia por Isidro”, quien nació por cesárea de urgencia tras el ataque y falleció una semana después en el hospital San Roque de Gonnet, en La Plata. Luego destacó la labor del fiscal Marcelo Romero, quien al elevar la causa a juicio oral consideró que Isidro fue víctima de homicidio, ya que “tuvo vida extrauterina, actividad cardíaca propia, respiratoria y cerebral”.

La declaración de Píparo ante los jueces Claudio Bernard, Liliana Torrisi y Silvia Hoerr duró más de una hora y media y la mujer lloró en varios tramos. En la misma sala estaban los siete imputados: Burgos; Miguel “Pimienta” Silva, presunto “marcador” de la víctima; Luciano López; Carlos Moreno; Juan Manuel Calvimonte; Carlos Jordán Juárez y Augusto Claramonte, el único que llegó en libertad al juicio. La mujer se acercó a ellos en un momento y al estar frente a Burgos, quien tenía la cabeza gacha, le dijo: “Mirame”.

“No estoy segura. No puedo decir quién fue”, dijo Píparo respecto de quien habría sido el autor material del ataque ocurrido el 29 de julio de 2010. Y agregó: “No recuerdo la cara exacta, recuerdo los ojos brillantes, color miel, el pelo morocho y la cara poceada pero la fisonomía exacta no”. Sí, aseguró que podía señalar a quien no la había atacado e hizo parar el mayor de los acusados: Jordán Juárez, de 45 años. La víctima y testigo repasó luego lo ocurrido tras su salida del Banco Santander Río, de las calles 7 y 42 de La Plata, de donde retiró 10 mil dólares y 13 mil pesos. Píparo recordó que al recibir el dinero en la caja, trató de “tapar” la operación para que nadie la viera con semejante suma, ya que el cajero le pareció “torpe”. Luego salió del banco con su madre y fueron directo al auto de ella y de allí a su casa, en las calles 21 y 36. “Estaciono y no alcanzo a abrir la puerta, que me la abren y un hombre me grita ‘dame la guita que sacaste del banco, hija de puta’, y yo grite ‘¡no!’ y hasta hoy me pregunto por qué grité ‘¡no!’, porque no era un no de no darle el dinero, y no sé si tomaron ese no como una negativa”, detalló.

Lo que siguió, según relató, fue una seguidilla de golpes. “Fui arrancada del auto”, dijo y cayó a la vereda, donde recibió “culatazos” (de un arma) en la cabeza, por parte de uno de los dos asaltantes, quienes llegaron en moto. “Le dije: ‘Te doy todo, estoy embarazada’, lo que era una tontería porque mi panza era gigante”, afirmó. Después contó que no sintió el balazo que recibió: “Me recuerdo de rodillas, sin poder respirar y pensando ‘me estoy muriendo y qué va a hacer mi marido con el bebé’, yo pensé que Isidro no corría riesgo, que estaba protegido”.

Sobre el autor del disparo, Píparo sólo aseguró que estaba decidido a agredirla, como si la odiara. “No sé de dónde venía ese odio, pero venía con ganas de matarme”, dijo la mujer, quien resaltó que nunca intentó defenderse del ataque porque no estaba en condiciones de hacerlo. Luego recordó su estadía en el hospital, el sufrimiento por lo ocurrido con Isidro: “Una médica me explicó que nació muerto, que lo reanimaron, pero que no le encontraban actividad cerebral que muy probablemente si sobrevivía no podría caminar o comer por sus propios medios”, contó.

La otra testigo presencial del ataque, la madre de Píparo, señaló al presunto autor material por pedido del abogado querellante, Fernando Burlando. “Vi a alguien que coincide con la persona que está ahí sentada”, dijo María Ema Cometta al señalar a Burgos. Luego coincidió con su hija en remarcar el “ensañamiento” que hubo contra su hija.

“No podemos vivir en La Plata, tuve que abandonar mi carrera personal y empezar de nuevo. Fue muy duro”, declaró luego el marido de Píparo, Juan Ignacio Buzali, quien afirmó: “Es imposible volver a tener una vida normal”.

La primera jornada terminó con el testimonio del inspector de tránsito municipal Héctor Leguizamón y el comisario Juan Domingo Ibarra, jefe de Departamento de Investigaciones platense. El primero aseguró que detuvo su moto al ver que estaban atacando a Píparo, pero debió alejarse al escuchar el disparo que recibió ella. El segundo describió la intervención policial y los procedimientos posteriores al hecho, que permitieron la detención de varios de los siete imputados.

Píparo salió conmocionada tras la audiencia y afirmó que no sabe si seguirá concurriendo al juicio. El fiscal Romero dijo que “no es necesario” que lo haga. Hoy, desde la 9, seguirá el proceso con las declaraciones de funcionarios policiales que intervinieron en el caso y no se descarta que alguno de los imputados pida hablar.