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A una semana de la extensión del sistema de multas fotográficas -previsto para el 1º de julio–, el Gobierno porteño rebajó el monto de todas las penas a las infracciones de tránsito en la ciudad en casi un 50 por ciento. A pesar de que una modificación similar iba a ser votada este jueves en la Legislatura, el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, se adelantó y firmó ayer un decreto de necesidad y urgencia por el que el nuevo modo de determinación del valor de las multas rige a partir de hoy.
Hasta anoche, cuando finalizó el cambio del sistema informático, todas las infracciones cometidas en la ciudad se calculaban sobre unidades cuyo valor equivalía al de un litro de nafta súper. Esos valores habían sufrido un aumento del 90 por ciento en los últimos 18 meses, cuando el precio de ese combustible subió al ritmo de la devaluación y llegó a costar 1,90 peso. Desde hoy, esa unidad base se fijó en un peso, monto que sólo podrá ser modificado por la Legislatura porteña, cada año y al mismo tiempo que se considere el resto de las tarifas de la ciudad.
El mismo modo de determinación regirá para las infracciones que no tengan relación con el tránsito, desde la falta de habilitación para un comercio o una obra hasta los ruidos molestos y la venta de comida en mal estado. El valor se establece también en unidades de multa, que para estos casos equivale a 25 pesos.
El decreto firmado por Ibarra es prácticamente igual a un proyecto de ley que iba a ser tratado el jueves pasado por la Legislatura, pero no pudo tratarse y que quedó pendiente para esta semana. Aquella iniciativa, con dictamen favorable de la Comisión de Tránsito, unificaba los proyectos de los diputados por la UCR Fernando Caeiro y Cristian Caram, este último candidato a jefe de Gobierno.
“Necesitábamos esta modificación antes de fin de mes, porque el martes que viene se reanuda el sistema de multas fotográficas. Necesitábamos tener la seguridad de que estuviera en vigencia”, explicó a Página/12 la secretaria de Gobierno y Control Comunal, Silvana Giudici.
La funcionaria remarcó que el valor de 1,89 para cada unidad de multa ya no puede aplicarse porque “no es equitativo y en muchos casos las sanciones llegan a ser confiscatorias cuando se trata de vehículos de poco valor”. En tanto, el Gobierno explicó en un comunicado que “las multas de tránsito eran las únicas de la ciudad que estaban determinadas por un valor relativo como es el del combustible y que, tras la devaluación, aumentó de manera que superó los índices inflacionarios generales, arrastrando las multas a valores que no se condecían con el ingreso de los habitantes”.
Muchas multas ya habían sido calculadas en base a una unidad fija de 0,99 peso a mediados de 2002, cuando el gobierno de la ciudad lanzó la última moratoria y ese plan de pagos demostró mayor eficacia. Ahora, se espera que los resultados se repitan en la vuelta de las polémicas multas fotográficas. El varias veces interrumpido sistema sigue funcionando, pero en estos últimos dos meses sólo como parte de una campaña de prevención que consiste en enviar las fotos a los infractores a modo de advertencia, sin sanciones monetarias. Pero no en todos los casos, ya que las violaciones de luz roja sí son penadas a través del sistema de cámaras: “Estas infracciones no están exceptuadas por la gravedad que revisten, al igual que en los casos en que los excesos de velocidad registrados alcanzan marcas demasiado altas, como los 150 o 160 kilómetros por hora”, ejemplificó Giudici. Para el resto, la foto de advertencia llega con el anuncio de que el sistema volverá a regir a partir del 1º de julio, esta vez con la única excepción del mal estacionamiento, que volverá a ser multado con fotos recién dentro de 60 días.