SOCIEDAD › MURIó POR ANOREXIA TRAS NEGARSE A UN TRATAMIENTO POR MOTIVOS RELIGIOSOS

Una opción entre religión y vida

Una chica de 18 años falleció en Entre Ríos al rechazar atención médica, según sus creencias, compartidas por la madre. El padre había presentado la situación en la Justicia. Una jueza intervino, pero no pudo convencer a la joven de aceptar un tratamiento.

Una joven de 18 años murió por anorexia nerviosa en Rosario del Tala, Entre Ríos, porque se negaba a recibir atención médica por sus creencias religiosas, iguales a las de su madre. El año pasado, el padre había presentado un escrito en el que solicitaba la intervención del Estado por el deterioro en la salud de su hija pero, al ser mayor de edad y estar en uso de sus facultades mentales, no se la podía internar por la fuerza.

“Nuestra fe no está fundada en la sabiduría del hombre sino en el poder de Dios, la ciencia de lo alto que sana. Nosotros hasta el último instante de su vida teníamos la fe de que ella sería restaurada, como en otras circunstancias el Señor la había librado de esquizofrenia y trombosis. Pero la voluntad del Señor no fue la del anhelo de nuestro corazón sino que ella tenía que partir”, afirmó en su perfil de Facebook Verónica Rodríguez Roca, la mamá de María Antonella Mirabelli, la chica de 18 años que falleció el sábado pasado con un peso de 31 kilos.

A diferencia de Roca, su ex marido y padre de la adolescente, Cristian Mirabelli, no compartía esta creencia y, en septiembre de 2012, había presentado ante la Defensoría de Pobres y Menores una queja por la situación de su hija, ya que la veía enferma. El Juzgado Civil y Comercial tomó el caso e inició los trámites, proceso que quedó paralizado debido a que la joven se negaba a recibir tratamiento médico.

Frente a esto, la jueza María Elina Corral pidió medidas alternativas para el tratamiento de Antonella y no compulsivas como el padre había solicitado. Pero la chica y su madre se negaron y finalmente la fiscalía pidió que se respetara su voluntad por ser mayor de edad.

Según el artículo 2, inciso e de la Ley Nº 26.529, sobre Derechos del Paciente en su Relación con los Profesionales e Instituciones de la Salud “el paciente tiene derecho a aceptar o rechazar determinadas terapias o procedimientos médicos o biológicos, con o sin expresión de causa, como así también a revocar posteriormente su manifestación de la voluntad”.

Al respecto, el fiscal de Rosario del Tala, Elbio Rojkin, afirmó que se hizo todo lo posible para convencer a la joven. “La Justicia hizo todo lo que se podía hacer desde el Estado, sin avanzar indebidamente sobre una decisión privada. La chica era mayor de edad y no tenía ningún padecimiento mental. Mi objetivo fue convencerla para que haga un tratamiento por su propia voluntad, ya que no se podía avanzar en el caso por la fuerza.”

“Estábamos avanzando. Tuvo dos audiencias con la jueza, empezó la terapia y este desenlace repentino nos sorprendió a todos”, contó Rojkin y desmintió que la chica perteneciera a una secta. “En la familia son muy creyentes, oran en grupo y están convencidos de que todos sus problemas se solucionan por la fe.”

En referencia a los motivos por los que Antonella y su familia se niegan a recibir atención médica, su abuela materna, Cielo Roca, alegó que “los médicos están para la gente que no cree verdaderamente en Dios, y hay que decir que hay gente que va al médico y se muere igual”. “Mi esposo se quedó sin trabajo, nos cortaron la luz, el gas, ahí conocí la necesidad y nadie nos ayudó, ni de la patronal del banco. En medio de toda una sociedad que nos abandonó, yo conocí a Jesús, pero no a través de las religiones.”

Frente al hecho, el padre de la adolescente presentó otro escrito al juzgado para que se investiguen las causas del deceso y se brinde tratamiento psiquiátrico y médico a sus otras seis hijas, hermanas de Antonella. “Las seis hermanas de Antonella son menores de edad. Estamos presentando un escrito en el juzgado para el inmediato tratamiento psiquiátrico y médico”, reveló el abogado de Mirabelli, Gustavo Baridón.

El letrado aseguró que la madre de las chicas “rechazó cualquier tipo de intervención médica, se opone terminantemente”, incluso después del fallecimiento, el sábado, de su hija de 18 años.

“Dentro de lo que es la impotencia del papá, de la tristeza que tiene, realmente él siempre trató de decir en los escritos, en las audiencias de manera personal, que su hija se moría, que no había otra posibilidad que no sea la muerte, y de hecho así ocurrió lamentablemente”, relató.

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Como mayor de edad y en uso de sus facultades mentales, Antonella no podía ser tratada compulsivamente.
 
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