Durante cinco años, Rita Taborda buscó a su hija, Norma Valenzuela, hipoacúsica de 30 años, analfabeta y sin conocimiento del lenguaje de señas. Claro, lo hizo en Posadas, Misiones, donde está su hogar y de donde desapareció sin dejar rastros. Recurrió a los medios locales para que difundieran su foto. Cinco años después, Norma apareció en Scalabrini Ortiz y Gorriti, el Palermo porteño, en una ranchada de homeless. La encontró una vecina que durante dos años intentó descubrir de dónde era la joven hasta que detectó la búsqueda en los diarios online de Posadas. La vecina avisó al Registro Nacional de Personas Menores Extraviadas. Finalmente, el organismo arbitró los medios para el reencuentro que se dio el jueves pasado mientras que el sábado ambas volvieron a su casa. Este diario pudo participar del reencuentro. Esta es la historia.

El caso de Rita Taborda y su hija Norma Valenzuela recuerda a esas historias en que alguien tira un mensaje en una botella al óceano a la espera de que alguien lo encuentre, aunque en esta trama hubo muchos intermediarios: una periodista del Canal 2 de Misiones, una vecina de Palermo y, por último, el Registro Nacional de Información de Personas Menores Extraviadas.

“El lunes 16 de septiembre, a última hora, entra la llamada de una vecina de la zona de Villa Crespo diciéndonos que desde hace dos años que ve a una chica sorda que no aprendió a hablar viviendo en situación de calle y que había encontrado la nota de un periódico de Posadas en el que aparecía la mamá buscándola. El martes una de las operadoras, Claudia, empieza a hacer todo el rastreo de un posible teléfono donde encontrar a Rita y ahí es que damos con ella”, contó la coordinadora del Registro, Cristina Fernández.

“El jueves nos fuimos a Posadas a buscar a Rita, la trajimos a Buenos Aires y ese mismo día a la noche se encontró con Norma, que estaba durmiendo en su ranchada de Scalabrini Ortiz y Gorriti. A partir de ese momento no se separaron. Estuvieron más de cinco años sin verse: Rita sin saber dónde estaba Norma y Norma viviendo acá en situación de calle”, agregó.

En cuanto a la última vez que Norma había sido vista en Misiones, su mamá Rita explicó: “La última vez que la vieron estaba en la parada de Aristóbulo del Valle esperando el micro para venirse hasta Posadas. Ella quería venir hasta dónde yo estaba y se ve que se perdió ese día. Cómo llegó a Buenos Aires no sé y ella no me dice cómo llego, no sabe”.

“La buscamos, hicimos la denuncia en la policía y me decían que la iban a encontrar, pero nunca hubo una respuesta. Un día llegó una señora de Canal 2 de Misiones que me quería entrevistar por un arroyo que desbordaba en mi barrio y le pregunté si me podía ayudar, y me dijo que iba a hacer todo lo que pudiera. Llegó el día y la semana pasada me dijo que habían encontrado a Norma”, relató entre lágrimas. La vecina de Palermo había dado con la periodista y ahí pasó a interceder el Registro de Personas Menores Extraviadas.

“No dormí esa noche, estaba muy emocionada porque los chicos de ella la extrañaban y siempre preguntaban si algún día la iban a encontrar. El mayor decía que si no la encontraban, él, de grande, lo iba a hacer porque se iba a dedicar a buscarla. Me llamó que quiere esperarnos en la terminal, que le avise la hora en que salimos de acá”, confió Rita sobre sus nietos de trece y nueve años.

Más allá de la alegría de esta reunión, Fernández criticó los dispositivos del Ministerio de Desarrollo Social del gobierno de Mauricio Macri, como el Buenos Aires Presente. “Finalmente, los dispositivos de Macri para atender a población con experiencia de vida en calle siguen haciendo agua. No hay un dispositivo concreto, coherente, exitoso, que atienda a la población con experiencia de vida en calle de la ciudad, no se registra cuál es esta población. Porque de haber tenido una política activa que implicara un conocimiento de los sujetos que viven en la ciudad, Norma no habría pasado tantos años viviendo en calle mientras su familia la estaba buscando en Misiones. Esto me parece que hay que decirlo porque son un montón de años perdidos que ellas van a recuperar seguramente porque el primer contacto fue de tocarse, de reconocerse, de besos y abrazos, pero estaba en la Ciudad y nosotros pertenecemos a la Nación”.

“Una vecina venía teniendo contacto con ella desde hace dos años. Estaba muy interesada, buscaba en Internet, pero nunca nos había contactado a nosotros y, bueno, finalmente el lunes nos contacta y hacemos toda la articulación, todo el armado para poder ir a buscar a Rita y reencontrarse. Ella nos llama y nos dice: ‘Yo sé que ustedes no van a hacer nada, pero les cuento la historia y les pido que nos ayuden’. Había tocado un montón de puertas y nadie la había ayudado. Anoche –por el viernes– la visitó y se despidieron, pero la política pública de los adultos y niños no puede depender de la buena voluntad de los vecinos”, argumentó la coordinadora.

Más allá de esto, Rita y Norma emprendieron el regreso a Posadas el sábado, donde arribaron ayer y fueron recibidas afectuosamente.

“El viernes visitaron la Casa Rosada, y Norma se va con su documento tramitado. En Misiones nosotros trabajamos mucho con la Multilateral de Políticas Sociales, que depende de la vicegobernación de la provincia, así que ellos ya están al tanto de la vuelta de ellas a su lugar y ahí se le harán los controles médicos, el certificado de discapacidad y la pensión por discapacidad. La idea que nosotros tenemos es lograr cierta alfabetización de Norma con el lenguaje de señas, pero esto serán estrategias que seguirán los profesionales en Misiones y las profesionales del organismo que tendrán el seguimiento. Un tiempo después la vamos a dejar porque tiene hacer su vida tranquila y reencontrarse con su familia.”

Informe: María Julieta Rumi.