SOCIEDAD
Crimen de un sacerdote
Dos jóvenes, de 21 y 23 años, fueron condenados ayer a prisión perpetua como responsables del asesinato del sacerdote salteño Ernesto Martearena, muerto de 18 puñaladas en octubre de 2001 en la capital de Salta. Santos Castillo y Javier Alaniz fueron condenados luego de nueve días de juicio oral y público por la Sala III de la Cámara del Crimen de Salta. Al fin del juicio, la familia del sacerdote cuestionó la actitud de la Iglesia, que “no” los apoyó “para nada” durante el proceso.