Una mujer de 63 años falleció en una clínica privada de La Pampa mientras le practicaban una lipoaspiración, por lo cual su esposo presentó una denuncia en la Justicia, que investiga una posible “mala praxis”. El presidente de la clínica aseguró que a la mujer “se le realizaron todos los controles necesarios para practicar este tipo de operación”, pero que “sufrió tres paros cardiorrespiratorios durante la intervención. En dos oportunidades los médicos pudieron salvarla, en el último no”.

Azucena Mari Atampi, empleada de la Dirección de Juventud del gobierno de la provincia de La Pampa, se sometió a una lipoaspiración en la clínica privada Faerac, ubicada sobre la calle Roque Sáenz Peña de la capital pampeana. Su hija, Guillermina Carrizo, explicó que su madre había decidido operarse para verse y sentirse mejor. “Estaba muy contenta, tenía fines estéticos la operación”, aseguró, y agregó que su estado de salud era bueno porque “hacía actividad física todos los días, no fumaba ni tomaba alcohol. Era una mujer muy sana”. Carrizo agregó que en la clínica “no le habrían hecho un prequirúrgico”.

Tras la muerte de Atampi, su viudo denunció el hecho ante la Seccional Tercera de Santa Rosa y el fiscal Carlos Ordas investiga una supuesta “mala praxis”. El presidente de la clínica, Eduardo Meneguzzi, aseguró que “a Atampi se le realizaron todos los controles necesarios para practicar este tipo de operación” y que la mujer sufrió “tres paros cardiorrespiratorios durante la intervención”.