El gobierno de Estados Unidos designó un “zar” contra el ébola. Se trata de Ron Klain, que estará encargado de coordinar la lucha contra esa enfermedad y que cuenta con todas las “credenciales de gestión” necesarias para el trabajo, según afirmó el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest. Un crucero estadounidense que navega en el Caribe tiene aislados a dos pasajeros que podrían estar infectados con el virus.

“Confiamos en que alguien como Ron Klain cuenta con las credenciales de gestión tanto dentro como fuera del gobierno, tiene un contundente historial de aplicación de complejas políticas públicas”, dijo Earnest en una rueda de prensa.

La Casa Blanca anunció la designación, por parte del presidente Barack Obama, de Klain, antiguo jefe de gabinete de los vicepresidentes Al Gore (1995-99) y Joseph Biden (2009-2011), como “coordinador de la respuesta al ébola”. Earnest descartó que el hecho de que Klain, abogado de 53 años, carezca de formación médica suponga un problema para desempeñar la tarea encomendada. El portavoz subrayó que la lucha contra el virus “no es solamente una respuesta médica”, por lo que “necesitamos a alguien con sólidas relaciones con miembros del Congreso, y obviamente sólidas relaciones con aquellos de nosotros con los que trabajó aquí en la Casa Blanca antes en esta administración”.

“Su especialidad es la aplicación (de políticas públicas) y eso es exactamente lo que necesitamos. Alguien que pueda coordinar esta amplia respuesta entre diversas agencias gubernamentales”, agregó el portavoz presidencial.

Klain tendrá como cometido asegurar que “el trabajo para proteger a los ciudadanos estadounidenses mediante la detección, aislamiento y tratamiento de pacientes con ébola en el país esté integrado de forma adecuada, pero no distrae del gran compromiso de detener el ébola en origen en Africa Occidental”, de acuerdo con la Casa Blanca.

En Estados Unidos actualmente existen tres personas confirmadas con ébola, dos de ellas enfermeras de un hospital de Dallas en el que se trató a la única víctima mortal en el país a causa del virus, el ciudadano de origen liberiano Thomas Eric Duncan.

El tercer enfermo de ébola, Ashoka Mukpo, es un periodista de la cadena NBC repatriado de Liberia tras contagiarse en Africa, y que está siendo tratado en un hospital de Nebraska.

Por otra parte, el gobierno de Estados Unidos aseguró que el crucero en el que se encuentran los dos ciudadanos estadounidenses aislados por un posible contagio del virus del ébola está en camino a Texas con ambos a bordo y se espera que llegue a su destino mañana. “El barco ahora ha decidido dirigirse hacia Galveston, Texas. Está en camino a Texas y debe atracar el domingo”, aseguró la portavoz adjunta del Departamento de Estado, Marie Harf, en su rueda de prensa diaria.

El Departamento de Estado informó previamente que se trata de una persona que trabaja como técnico de laboratorio en el hospital de Dallas donde el 8 de octubre falleció Duncan y de un acompañante, que igualmente fue aislado.

Harf explicó que las autoridades estadounidenses trataron de desembarcar a ambos pasajeros en Belice para poder evacuarlos más rápidamente a Estados Unidos, pero el gobierno de ese país no lo permitió, por lo que “ahora están en el barco de regreso” a Texas, puerto de destino del crucero. “Teníamos la esperanza de que el pasajero pudiera desembarcar allá y volver a casa, pero por desgracia no fue el caso. Ahora están en el barco de regreso”, reiteró la portavoz.

Sin embargo, en paralelo, la ministra hondureña de Salud, Yolani Batres, dio otra versión: dijo que los dos pasajeros estadounidenses del crucero fueron repatriados a Estados Unidos vía aérea desde la isla hondureña de Roatán y “están en un hospital de Dallas”.

Las autoridades mexicanas confirmaron que al crucero también se le rechazó el ingreso a la isla de Cozumel, mientras que la empresa Carnival, dueña del crucero, aseguró que ni los pasajeros ni la tripulación del barco corren peligro.

La situación se produjo después de que los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) detectaran que el técnico de laboratorio, que pudo manejar muestras del primer enfermo diagnosticado con ébola y que falleció por el virus en ese centro médico, estaba a bordo del barco. En el momento en el que partió, el 12 de octubre, los CDC sólo indicaban a los empleados que se vigilaran a ellos mismos por si presentaban algún síntoma.