Una encuesta realizada entre alumnos matriculados en trece facultades y dos escuelas universitarias dependientes de la Universidad Nacional de Córdoba señala que en la vida universitaria también existe la violencia de género, manifestada a través de comentarios e insinuaciones sexistas. El estudio, realizado por Alicia Soldevila (izq. en la foto) y Alejandra Domínguez (der.) –docentes e investigadoras de la Escuela de Trabajo Social de la UNC–, propone la idea de incluir la formación de género dentro de la currícula de todas las carreras. En un 60 por ciento de sus respuestas, los alumnos y las alumnas refieren haber escuchado comentarios sexistas o discriminatorios sobre las características, conductas o capacidades de varones, mujeres o trans. En orden de reconocimiento le sigue, con un 20,1 por ciento, el haber recibido comentarios subidos de tono u obscenos, silbidos, gestos en el aula, pasillos u otros lugares de la universidad. La descalificación, burla, grito, desvalorización o bromas se ubican en un tercer lugar, con un 12,9 por ciento. Las respuestas en que las estudiantes mujeres afirman haber sufrido estas situaciones triplican a las de los varones, detalla la investigación.