El avión que en marzo pasado cayó no bien despegó del aeropuerto de Punta del Este, lo que causó la muerte de todos sus pasajeros, estuvo en reparación los últimos dieciséis meses. Tras la habilitación, sólo alcanzó a efectuar dos vuelos días antes de la tragedia de Laguna del Sauce. En 2013, la misma aeronave fue protagonista de un accidente en el aeródromo de San Fernando, aunque sin víctimas mortales. La avioneta pasó a revisión y tiempo después volvieron a habilitarla. Con relación al siniestro de Uruguay, se investiga si la nave partió con exceso de peso. La jueza a cargo de la causa evaluó que el peritaje del accidente que provocó la muerte de diez personas demorará no menos de tres meses.

Desde la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) confirmaron que el Beechcraft B90, matrícula LV-CEO, logró la habilitación para volver a volar a principios de marzo, días antes de caer. De entrada se descartó que una explosión haya provocado la caída. La nave habría tenido una falla en una de sus turbinas y como volaba a muy baja altura, porque recién había despegado, los pilotos no tuvieron el tiempo necesario como para buscar tierra firme y realizar un aterrizaje de emergencia.

La misma aeronave sufrió un accidente en 2013 en el aeropuerto de San Fernando, sin que se hubieran producido muertes, y desde entonces ingresó a un hangar para ser reparada. Según la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (Jiaac), en aquel momento el avión tuvo daños “de importancia” en los motores. Además sufrió la destrucción total de las hélices, ambos flaps, antenas y radioaltímetro. El hecho ocurrió el 21 de noviembre de 2013, cuando el piloto –un hombre de 57 años, con su licencia en regla y más de 10 mil horas de vuelo– pisó la pista del aeródromo de San Fernando con el tren de aterrizaje retraído y se desplazó sobre la parte inferior del fuselaje unos 450 metros hasta su detención final. Los peritos de la junta de investigación no hallaron fallas que justificaran un mal funcionamiento en el sistema de aterrizaje, concluyendo que es probable que el piloto accionara “tardíamente la palanca del tren de aterrizaje”.

El avión de Droguería Meta SA ingresó en reparación por la rotura de sus dos motores, arreglo que se extendió hasta marzo de este año, cuando se le otorgó una nueva habilitación. Desde que recibió la autorización, esa aeronave “había hecho dos vuelos” antes del 19 de marzo –cuando ocurrió la tragedia de Laguna del Sauce– “sin ningún tipo de anomalías”.

La Justicia de Uruguay aguarda el resultado del informe que están realizando los expertos de la Comisión Investigadora de Accidentes e Incidentes Aéreos (Ciaia) de Uruguay con respecto al accidente de Laguna del Sauce. La jueza de turno del Departamento Judicial de Maldonado, Adriana Morosini, consideró que el peritaje demorará no menos de tres meses de ocurrido el accidente. Fuentes de la investigación no descartan que la aeronave haya sufrido un exceso de peso en su carga. Cabe destacar que, según el informe de la Jiaac, el Beechcraft B90 cuenta con capacidad para dos tripulantes y seis pasajeros y tiene como peso máximo de despegue unos 4370 kilos. Desde la empresa dueña de la avioneta aseguraron que “la nave viene configurada de fábrica para poder adaptarla con hasta 10 asientos (dos tripulantes y ocho pasajeros)”. Pero la clave para los investigadores es el peso máximo de carga que tenía el avión al momento del despegue.

El accidente se produjo la noche del 19 de marzo pasado, cuando el pequeño avión cayó 30 segundos después de despegar del aeropuerto de Punta del Este. La avioneta se precipitó sobre la Laguna del Sauce y se incendió de inmediato, lo que provocó la muerte de todos sus pasajeros: Luis Pivida (piloto, 59 años), Diego Chiaradía (piloto, 45 años), Mario Barba (42), Joanna McCormack (41), Alfredo Dietrich (51), Carlos de Elías (56), Marcelo Zarco (48), Horacio Peña (48), Luis Gustavo Peña (58) y Marta Pires Vieira (portuguesa, 41). Marcelo Pivida, hermano de uno de los pilotos fallecidos, dijo en su momento que aquél había sido “el primer día de trabajo de Luis con ese avión, lo que no quiere decir que no tuviese experiencia en ese tipo de aeronave. El era un muy buen piloto”.