Fernando Farré, el empresario detenido por el femicidio de su esposa Claudia Schaefer, en el country Martindale, de Pilar, el 21 de agosto de 2015, utilizó dos cuchillos de la cocina que tomó de un lugar de difícil acceso, después de cerrar la puerta del vestidor con llave. Los datos surgen de un peritaje realizado por la Policía Científica de San Isidro, a pedido de la fiscal de la causa, Carolina Carballido Calatayud.

En el marco de un divorcio conflictivo y después de denunciar al ex esposo por golpeador, Claudia Schaefer había ido a retirar algunas de sus pertenencias de la casa que ambos alquilaban en el country. El femicida la encerró en el vestidor y allí la atacó. Según el nuevo peritaje que dio a conocer la Policía Científica, Farré acometió a su esposa con dos cuchillos de cocina en forma simultánea y la degolló. El informe también detalla que el corte abarcaba tres cuartas partes de la circunferencia del cuello, y que de las 74 heridas que el empresario infligió a la mujer, 66 fueron cortopunzantes, y ocho son traumáticas típicas de golpes.

Farré cumple prisión preventiva por el homicidio doblemente calificado por el vínculo y por haber sido cometido con violencia de género. Quienes tienen a cargo la causa aguardan que finalicen los peritajes psiquiátricos que evaluarán si el imputado comprendió o no la criminalidad de sus actos. La pareja tenía tres hijos y pasaban los fines de semana en el exclusivo country de Pilar. Durante la semana permanecían en un piso ubicado en la avenida Libertador. Tras una serie de episodios de violencia, que derivaron en denuncias de Schaefer, ésta le comunicó su intención de divorciarse. Semanas después, mientras se pactaba la división de bienes con la presencia de tres abogados y la madre de Farré, éste tomó dos cuchillos de un taco ubicado detrás de una licuadora sobre la mesada en un rincón de la cocina, un sitio que para los expertos hace concluir que las armas blancas empleadas para este crimen no fueron “de acceso rápido o sencillo”. Los llevó hasta el vestidor donde estaba su mujer, cerró la puerta con llave y concretó un ataque que se inició con golpes, siguió con puñaladas aplicadas con las dos armas blancas en forma simultánea y culminó cuando la degolló de espaldas. Esa es la secuencia fáctica del peritaje que reconstruyó paso a paso el femicidio ocurrido el 21 de agosto del año pasado en el mencionado country del partido bonaerense de Pilar.

El informe cuenta con 24 fojas, un anexo de ilustraciones y está firmado por el jefe de la Policía Científica de San Isidro, comisario mayor Marcelo Palacios; el sargento Lucas Bravo Berruezo, de la misma dependencia; y el comisario inspector Juan Raúl Cheuquel, médico forense que realizó la autopsia.

“La señora Claudia Beatriz Schaefer fue sorprendida en el vestidor. La existencia de hematomas en el rostro hace presumir que inicialmente se produjo una agresión física por medio de golpes”, señalan los peritos al inicio del apartado titulado “Posible mecánica del suceso”. Luego afirman que “la existencia de la llave colocada en el lado interno de la cerradura de la puerta del vestidor, sumado a la rotura de la manija externa de la citada puerta, hace presumir que alguien intentó abrirla desde el exterior, empleando para ello excesiva fuerza debido a que se encontraba cerrada”, tal como declaró en la causa el abogado Carlos Quirno, quien, si bien lo intentó, no pudo auxiliar a Schaefer mientras era asesinada.

Para los expertos de la Policía Científica, “el imputado debió muñirse de las cuchillas” que estaban en el portacuchillos hallado en la casa, y aseguran que “debieron ser trasladadas desde la cocina hasta el vestidor”. “La existencia de dos armas blancas infiere la posibilidad de que durante la disputa el agresor haya empleado de forma simultánea ambas cuchillas, una en cada mano”, destaca el informe.

Al describir lo que se presume fue el inicio del ataque a puñaladas, los expertos afirman que, a partir de las lesiones “defensivas” ubicadas en sus antebrazos, Schaefer “intentó repeler la agresión” y que las lesiones cortantes en las palmas de ambas manos revelan que incluso “intentó sujetar el arma por el lado del filo”. Los peritos señalan que hubo “lucha” y “forcejeo”, pero que luego la víctima recibió puntazos en ambas muñecas que limitaron su “movilidad”.

El informe revela que el asesino realizó “múltiples” cortes para lograr el que le provocó la muerte a Schaefer y “abarca aproximadamente tres cuartas partes de la circunferencia del cuello y compromete la tráquea y epiglotis”. Los cortes fueron “de izquierda a derecha”; para llevar a cabo dicha maniobra “se empleó la mano derecha”, mientras que “la izquierda” asistió “sujetando a la víctima”.

En el apartado dedicado a la autopsia están descriptas las 74 lesiones que Farré, de 52 años, le provocó a Schaefer, de 44, de las cuales 66 son punzantes o cortantes realizadas con dos cuchillos marca Euro Home Premier de poco más de 20 centímetros de hoja; las otras ocho son hematomas y escoriaciones. Por el análisis de las manchas de sangre dentro del vestidor, los peritos infieren que “la víctima se encontraba por debajo del victimario”, y que éste se hallaba “posicionado con la rodilla izquierda en el piso y la derecha semiflexionada”. Agregan que Schaefer no se encontraba completamente acostada “sino ligeramente levantada o encorvada hacia atrás”. Por último sostienen que las pisadas ensangrentadas a la salida del vestidor –compatibles con las zapatillas deportivas que ese día calzaba Farré– “indican que el agresor se alejó del lugar caminando, dejando previamente los cuchillos a un costado de la puerta de acceso”.

Farré permanece detenido en la U46 del partido de San Martín.