Sandy tiene 39 años y siempre se sintió mujer, aunque hace poco más de un año empezó a mostrar su cuerpo más femenino, gracias a las hormonas que toma ocho veces al día. Ahora, la mujer trans que trabaja como portera reemplazante en una escuela de Matienzo y Viedma, se siente preparada para el implante mamario, pero denunció que Iapos no le cubre la cirugía obligatoria en el marco de la ley de Identidad de Género. "Me mandaron al hospital", dijo. Es que desde la obra social de los empleados del Estado provincial le respondieron que tales prácticas son gratuitas en los efectores de salud pública; pero ella entiende que al tener una obra social ésta debería cubrir la operación en el sector privado. "Si en esta sociedad no es sencillo ser mujer, mucho menos lo es ser trans", planteó Sandy, que ya evalúa la vía judicial. En tanto, el miércoles, el subsecretario de Políticas de la Diversidad Sexual provincial, Esteban Paulón, y la Defensoría del Pueblo de la Nación presentarán notas de recomendación al Iapos. "Este caso puede resultar testigo para que las obras sociales acaten la ley sin el trámite judicial", dijo el funcionario. Hay cuatro antecedentes en Tribunales que resultaron favorables para los demandantes.

"De acuerdo a la ley 26.743, la provincia de Santa Fe ha implementado servicios especializados en el Hospital Centenario y Hospital de Granadero Baigorria. Por lo expuesto debe dirigirse a dichos prestadores para su atención". Esa fue la respuesta que recibió Sandy desde el Instituto Autárquico Provincial de Obra Social, a fines de enero pasado. "Soy empleada provincial y trabajo como no docente. La ley contempla que entra en el Programa Médico Obligatorio (PMO) todo tratamiento feminizante, para trabajar desde la voz hasta las operaciones de nariz, pómulos, mandíbula, lolas, nuez y glúteos. En ese sentido, fui a la oficina de Iapos a hacer el pedido, pero no obtuve una respuesta positiva", dijo Sandy, a modo de presentación. La trans pidió operarse los glúteos, las mamas y hacerse láser en el rostro. Mientras tanto, toma las hormonas que brinda el Estado de manera gratuita, ocho veces al día, y con ello logró verse más femenina. "Si empiezo con la operación de lolas, ya puedo dejar las hormonas de lado, porque hacen muy mal al hígado. Ese es el propósito de las posibilidad de las operaciones que cubre la ley. Hay muchas chicas que no pueden ni tomar las hormonas y si esto no se cubre, las trans terminan inyectándose cualquier cosa", lamentó.

Con la respuesta de Iapos en la mano, Sandy fue los primeros días de febrero al Hospital Eva Perón, de Granadero Bagorria, y allí el médico con el que ya se había entrevistado le dijo que la práctica no puede hacerse de manera gratuita cuando el paciente tiene obra social, porque justamente el servicio intenta cubrir las necesidades del sector sin cobertura médica. "Finalmente es lo mismo, los fondos y la responsabilidad son del Ministerio de Salud provincial", dijo la demandante. "Lo que más me molesta de esta situación es que voy a tener que tomar hormonas de por vida, dañando mi salud; y la expectativa de vida de las chicas trans ya es baja, por eso salió esta ley", se quejó.

Al mismo tiempo, Sandy criticó los "privilegios del macho" en todos lados. "Mis cambios físicos empezaron hace poco más de un año, aunque yo siempre me sentí mujer. Es tan fuerte la cultura de que tenés que ser macho y no llorar, que uno termina incorporando esas cuestiones; pero lo necesito porque no es fácil ser trans y salir a la calle: hay agresiones todo el tiempo, incluso desde el Iapos. Eso es violencia institucional", dijo. Incluso, en su trabajo como portera en la escuela Nº 660, debe ponerse guardapolvo, cuando los varones que trabajan allí no lo hacen. Antes, notaba la discriminación en la calle, mientras ejercía el trabajo sexual.

La ley

Sancionada en 2012, la 26.743 "ordena que todos los tratamientos médicos de adecuación a la expresión de género sean incluidos en el PMO para garantizar una cobertura de las prácticas en todo el sistema de salud, tanto público como privado".

En mayo pasado, se reglamentó el artículo 11 por el que se "puede acceder a las intervenciones quirúrgicas totales y parciales y tratamientos integrales hormonales". En ese sentido, algunas de las cirugías que se reconocen son el implante mamario, la mastectomía (extirpación de mamas); el aumento de glúteos, la extirpación de testículos; vaginoplastía y clitoroplastía, entre otras.

En ese sentido, Paulón adelantó a este diario que presentará una nota de recomendación al Iapos y pedirá una reunión con las autoridades de la obra social. "Queremos que la cuestión vaya más allá del caso de Sandy: que se siente un precedente para tener un criterio concreto", dijo. Además, Sandy interpuso una acción ante la Defensoría del Pueblo de la Nación, que ya intervino en un caso de Buenos Aires, con recomendaciones. "La idea es acercar elementos sobre la ley para que Iapos dé respuesta a su obligaciones como prestador de salud".

Políticas

Paulón detalló que desde que asumió en la subsecretaría de Polícas de la Diversidad Sexual se está trabajando para integrar los servicios de salud de la provincia y que todos los santafesinos tengan llegada a los tratamientos que requieran en el marco de la ley. "Hay tres niveles de complejidad de la salud en este sentido: la hormonización, que se hace en el Iturraspe de Santa Fe, en el Centenario y Cemar de Rosario, y en los centros de salud, pero se busca descentralizarlo en más localidades; los implantes de mamas y mastectomía, que se hacen en el Cemar, Roque Sáenz Peña y Centenario de Rosario, y en el Eva Perón de Baigorria, pero se busca llegar al Iturraspe; y las genitoplastias, donde la idea es fortalecer los equipos de Rosario del Centenario y Eva Perón". Paulón recordó que estos servicios son gratuitos para las personas que no tienen obra social e incluye todo lo necesario. Ante ello, el funcionario diferenció que en el caso de Sandy, hay una obra social que "debe reconocer las prácticas" y "no puede decir que como el Estado tiene cobertura la persona debe remitirse al servicio público".