SOCIEDAD › LA NEGOCIACION POR RODRIGUEZ
Un teléfono encriptado
Corcho Rodríguez, el novio de Susana Giménez, sigue en el máximo secreto su negociación personal con los secuestradores de su padre, Ernesto Rodríguez, que ya lleva siete días en cautiverio. “Estamos al margen de la negociación y eso es lo que corresponde”, aclaró anoche una fuente de la Policía Federal, que insistió en que “todo está en buenas manos y esperamos una rápida resolución”. Son infinitas las versiones sobre si la familia mantiene o no contactos cotidianos con los miembros de la banda. Una fuente policial sostuvo que Corcho Rodríguez, refugiado en la casa de un amigo desconocido para la prensa, utiliza para la negociación un teléfono “encriptado”, como se llama a los que cuentan con un sistema que hace imposible cualquier tipo de interferencia.
Los contactos para precisar el monto del rescate –rondaría los 300 mil dólares–, la forma de entrega y la posterior liberación de la víctima se están desarrollando en forma ultrasecreta y los investigadores “están totalmente al margen porque así lo exige la familia”, precisó la fuente consultada por Página/12. La causa de oficio, a cargo del fiscal federal de San Martín Jorge Sica, estudia la posibilidad de interrogar nuevamente a Carlos Reyes, jefe de los vigiladores del lugar donde se encuentra la casaquinta El Despertar, de General Rodríguez, de la que había salido Ernesto Rodríguez minutos antes del secuestro.
Reyes dice haber visto el momento en que el Volkswagen Polo de Rodríguez fue interceptado por el Renault Clio robado en el que iban los secuestradores. El momento y el lugar del secuestro todavía generan controversias y se cree que Reyes podría aportar nuevos elementos tendientes a precisar esas circunstancias. Cuando fue secuestrado, el padre de Corcho Rodríguez iba acompañado por su esposa Irma, que al parecer no pudo ver el rostro de los delincuentes, que habrían sido tres.
El Clio había sido visto dando vueltas por el barrio poco antes de que se produjera el secuestro. Rodríguez fue secuestrado el martes 23, entre las 7 y las 8 de la mañana, cuando se dirigía al médico para hacerse un chequeo, ya que está bajo atención por un problema coronario. El gobierno nacional sigue el caso con atención, pero ayer ningún funcionario quiso hacer declaraciones. “Es un tema muy delicado y nosotros no podemos decir nada nuevo”, dijo una fuente del Ministerio de Justicia y Seguridad.