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Cuatro personas fueron detenidas en la zona sur del Gran Buenos Aires, acusadas de integrar una banda que cometía secuestros extorsivos y de la que también formaban parte policías. Con este nuevo allanamiento suman nueve los detenidos sospechados de secuestrar a la hija de un empresario cervecero de Mendoza y a otras dos mujeres en Monte Grande. “Además de estos tres hechos, los detenidos podrían ser autores de otros ilícitos similares en ambas provincias, pero aún se está investigando”, contó a Página/12 el fiscal federal de Mendoza Fernando Alcaraz.

La investigación comenzó el 23 de febrero, cuando una banda interceptó a una joven mendocina de 26 años mientras la chica iba en su auto por el centro del departamento Las Heras. Los secuestradores la obligaron a subirse al auto de ellos, llamaron a la familia y le exigieron un millón de pesos de rescate, de los cuales se pagó una parte. Por la noche, luego de 10 horas, la joven fue liberada en estado de shock, pero no había sufrido violencia física. Según relató Alcaraz, a cargo de la Fiscalía Federal N° 2 de Mendoza, al día siguiente se produjeron las primeras dos detenciones, en una investigación realizada en conjunto con la policía local y la División de Escuchas Telefónicas.

Horas más tarde detuvieron a los tres policías: Nelson Miranda, que prestaba servicios en la Comisaría 49 de Rodeo del Medio; Aníbal Luna, que cumplía funciones en la seccional donde funciona la Oficina Fiscal 16 de Rodeo del Medio; y Marcelo Amaya, que trabajaba en la Subcomisaría Lara, de Maipú. Los cinco quedaron imputados y con prisión preventiva.

En conocimiento de que la banda estaba incompleta, la fiscalía continuó la investigación y logró esta semana dar con cuatro miembros más. “El día del hecho no pudimos encontrar al resto de la banda, hasta ayer (por el martes), cuando el personal de la policía de Mendoza en conjunto con la Policía de Buenos Aires y con la División Federal Antisecuestros, llevaron a cabo una serie de allanamientos que la Fiscalía pidió al juez federal Garnica que ordene”, señaló Alcaraz.

Los allanamientos, detalló el fiscal, se realizaron en la zona sur del conurbano y permitieron detener a cuatro civiles que habrían participado de los secuestros, tres de los cuales son bonaerenses y el otro, mendocino mendocino. “Lo importante del caso es que el Ministerio Público Fiscal exhibió efectividad en lo que tiene que ver con política criminal, al coordinar las distintas fuerzas para investigar los hechos”, resaltó el fiscal a cargo de la causa.

Ayer, en conferencia de prensa, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich y Alcaraz dieron detalles de los ocho procedimientos realizados en distintos partidos del conurbano bonaerense. En los allanamientos, según se exhibió a la prensa, se secuestraron cuatro fusiles Mauser (tres con mira telescópica), una escopeta, dos carabinas, un pistolón, cinco pistolas, un revólver y cargadores. Además, los investigadores encontraron un paquete de precintos plásticos, un pasamontañas, un par de guantes, varios equipos de comunicación, dos tablets, autos de alta gama, cinco chapas patente, varios juegos de llaves de distintos rodados y llaves caseras conocidas como ganzúa o “yugas”.

El secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, explicó que esta banda era muy “organizada” porque tenía “teléfonos punto a punto, de más sofisticación”, cuyo sistema sirve para controlar llamados de la Policía bonaerense. Los cuatro detenidos, que estuvieron alojados en la sede de la ex División Antisecuestros, fueron trasladados tras la conferencia de prensa y quedarán a disposición de los fiscales que intervienen por los secuestros.

Los otros dos secuestros que se le atribuyen a la banda ocurrieron en la localidad bonaerense de Monte Grande, partido de Esteban Echeverría, uno en octubre de 2014 y otro en junio de 2015. En ambos casos, fueron secuestradas mujeres y las negociaciones las realizaron los padres, comerciantes reconocidos de la zona que debieron pagar cerca de 400.000 pesos para liberar a las víctimas. En la investigación se determinó que tanto en el secuestro de Mendoza como en los del conurbano bonaerense, a simple escucha, el timbre de voz del negociador sería de la misma persona, aunque resta efectuar un peritaje acústico forense para comprobar ese dato.