SOCIEDAD

Policías presos por encubrimiento en un caso de robo y violación

El fiscal los acusa de ocultar pruebas: un arma y una linterna que dejaron los asaltantes en la casa de la víctima ahora no aparecen. Investigan si tenían conexión con los delincuentes.

 Por Horacio Cecchi

Dos policías bonaerenses de la comisaría 9ª, de Villa Ballester, fueron detenidos ayer en sus domicilios. Los dos uniformados –uno de ellos sargento primero– fueron los primeros en llegar en auxilio de una veterinaria que durante la madrugada del domingo pasado fue asaltada y violada en su propia casa. El auxilio a la víctima fue curioso: revisaron la casa, encontraron un arma y una linterna que los dos asaltantes habían olvidado, guardaron las dos pruebas en una bolsa de nylon y las llevaron con destino desconocido. La linterna y el arma no volvieron a aparecer. El dato saltó cuando la víctima concurrió a declarar a la comisaría. Entre las hipótesis barajadas, la más liviana es el robo de pruebas. Pero las sospechas más fuertes señalan que los dos policías conocían a los asaltantes y que limpiaron la escena de evidencias. Ayer, la víctima reclamaba a las autoridades por la falta de atención que le dispensaban.
Marina De Soto, de 40 años, pensó que algún día le podía tocar. Lo dijo ayer ante los medios de prensa. De Soto es dueña de una veterinaria instalada en el frente de su casa, en Vicente López al 3100, de Villa Ballester, partido de San Martín. El domingo pasado, alrededor de las 4.30 de la madrugada, fue despertada por dos hombres cuyos rostros estaban cubiertos con medias de nylon. En la casa, además, se encontraban su cuñada y sus hijos de 6, 14 y 17 años. “Me desperté con una sábana en la cabeza –relató Marina– y con una persona que me decía que me quedara quieta; luego me ataron y después me llevaron por toda la casa buscando plata.” La cuñada fue atada en un cuarto.
Durante la búsqueda, según la mujer, la amenazaban con secuestrar a su hijo menor o apuñalarlo si no les entregaba dinero. Pese a que tenían sus rostros cubiertos, Marina sostuvo que uno tenía entre 40 y 50 años, y que el otro tendría entre 16 y 20. “El mayor –agregó la víctima– me agarró de los pelos y me volvió a arrastrar por toda la casa mientras me manoseaba. Me hizo cosas que no se pueden repetir. Lo que uno se imagina que no puede pasar, me pasó.”
Los asaltantes se llevaron unos cien pesos, algunos relojes, collares, una computadora, una video y otros electrodomésticos, por lo que se supone que un auto los aguardaba afuera. De esto Marina no pudo dar fe. Lo que sí puede asegurar es que el primer auto que llegó tras llamar a la policía fue un patrullero de la 9ª de Villa Ballester. Dos suboficiales (uno de ellos sargento primero) se presentaron. Revisaron la casa y descubrieron, al mismo tiempo que la víctima, que los asaltantes habían olvidado un arma y una linterna. Pidieron una bolsa de nylon que Marina proporcionó. Colocaron las dos pruebas dentro, le dijeron a la mujer: “Vaya a hacer la denuncia a la comisaría”, avisaron a la seccional que se trataba de “un hecho menor” y se retiraron.
Las pruebas las incorporaron. Lo que no se sabe es dónde, porque ni en la causa ni en la comisaría hay noticias de ellas. Marina concurrió a la comisaría a presentar la denuncia tal como le habían indicado. Allí le tomaron la declaración. Fue entonces que la mujer aclaró que había un arma y una linterna. “¿Dónde? –preguntó el subcomisario–. Acá no trajeron nada.” Enterado el fiscal Germán Martínez, que investiga el robo y la violación, ordenó la detención de los dos policías. Ayer fueron detenidos tras el allanamiento de sus viviendas. En el lugar no aparecieron ni el arma ni la linterna. Ambos policías fueron acusados de encubrimiento agravado y violación de los deberes de funcionario público. La sospecha es que estaban en contacto con la banda y limpiaron la escena de evidencias. Ayer, Marina cuestionaba a las autoridades, que ni siquiera le habían hecho un análisis preventivo por algún contagio, ni había recibido la menor contención.

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Marina De Soto, veterinaria, asaltada y violada el domingo a la madrugada en su casa.
 
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