El autódromo se integraría a la Comuna 8 como espacio comercial y social.

El autódromo Oscar y Juan Gálvez está más cerca de convertirse en un fideicomiso con participación privada y tener un área comercial especializada en automovilismo, de acuerdo con un proyecto aprobado por la Legislatura porteña en una primera lectura. La iniciativa –que fue aprobada con 41 votos a favor, 7 en contra y 8 abstenciones– deberá atravesar una audiencia pública y, luego, ser tratada nuevamente en sesión, para lograr la aprobación definitiva. Si prospera, el autódromo se integraría con la Comuna 8, a la que quedaría integrado como espacio comercial y social. En esa zona de la ciudad, además, está proyectada la Villa Olímpica para albergar a los atletas que participen en los Juegos de la Juventud 2018.

El proyecto de ley establece que la avenida Roca, ubicada en uno de los laterales del predio, quede incorporada al barrio mediante el emprendimiento comercial que asociará al Estado con capitales privados en un fideicomiso a 25 años. Dentro del predio del autódromo, preve diferenciar dos sectores: la zona deportiva –que ocupa 139 de las 180 hectáreas totales del terreno– donde están situadas la pista, las tribunas y los boxes por un lado; el área destinada al desarrollo comercial y social, que conectará con el barrio, en las 41 hectáreas restantes. Sobre ese terreno dedicado a la explotación comercial habría terminales automotrices, concesionarias, locales de gastronomía y un museo del automóvil. Además, podrían instalarse un jardín de infantes y una escuela primaria, y academias o escuelas relacionadas con el automovilismo.

La ley fue votada positivamente por el PRO, el Frente para la Victoria, el socialismo y Confianza Pública, mientras que la izquierda, el socialismo auténtico y la Coalición Cívica se opusieron. Los bloques peronistas y Suma+ se abstuvieron.

El autódromo “va a volver a ser la sede central del automovilismo y motociclismo en nuestro país y una nueva fuente de trabajo, integrado al barrio a través de los espacios verdes y áreas de emprendimientos”, estimó el legislador Francisco Quintana, presidente del bloque PRO, que votó a favor del proyecto, porque “generará un impacto favorable en lo social, deportivo, cultural y económico”. Por el contrario, la presidenta del bloque de la Coalición Cívica-ARI, Paula Oliveto Lago, señaló que la iniciativa “tiene visos de inconstitucionalidad ya que debilita los controles no sólo hacia dentro del fideicomiso sino lo que tiene que ver con darle herramientas para un posible endeudamiento sin que exista control parlamentario”. Además, añadió, “no se realizaron estudios del impacto ambiental a pesar de ser un autódromo, ni se nos ha acompañado el contrato, ni el plan de negocios por lo tanto es un cheque en blanco”.

La jefa del Bloque Peronista, María Rosa Muiños, quien exigió que el oficialismo presente el contrato del fideicomiso que se aprueba por ley. “No se puede votar algo que no se conoce”, dijo.

Por su parte, el legislador Patricio del Corro, del Frente de Izquierda, criticó que “en plena Comuna 8, una de las zonas más castigadas por la pobreza de la Ciudad, con problemas estructurales de falta de vivienda, salud y educación, se entrega a las empresas del automovilismo y otros rubros un predio de 180 hectáreas durante 25 años”.

La falta de presentación de los detalles del fideicomiso que regiría el emprendimiento fue criticada por el legislador Hernán Rossi, de Suma+, quien se abstuvo porque “se vota la conformación de un fideicomiso sin el contrato del mismo. No entendemos la urgencia de tratar este proyecto sin la presentación de una solución urbana integral para la zona”. Para Rossi, “el texto de la ley no contiene un análisis claro sobre el impacto económico, social, presupuestario, urbanístico y ambiental del proyecto. Queremos escuchar a los vecinos y especialistas en la Audiencia Pública, luego lo evaluaremos y veremos qué decisión tomamos en la segunda lectura del proyecto”.