SOCIEDAD › PIDEN LA CAPTURA DEL EX NOVIO DE LA EMBARAZADA
“Sufrió una muerte violenta”
La autopsia de la mujer embarazada encontrada muerta en Neuquén reveló que hubo golpes en el rostro y en los glúteos. El fiscal dijo que se trata de un homicidio. Pidió detener al ex novio.
Por Elio Brat
Desde Neuquén
“Conforme a los indicios y pruebas que hemos podido recolectar hasta el momento se puede afirmar que María Alejandra Zarza sufrió una muerte violenta”, dijo a Página/12 el fiscal Mario Rodríguez Gómez, quien entiende en la causa donde se investiga la desaparición y muerte de la muchacha neuquina embarazada de siete meses y medio. “Esto nos remite a la figura de homicidio”, agregó el fiscal, quien también declaró a este diario que “al tener sospechas suficientes sobre (el ex novio de la chica) Nicolás Rinaldi, he pedido una medida procesal congruente con esas sospechas”. Aunque no lo explicitó, esto implica la solicitud de detención del joven. Además, se solicitó la exhumación del cadáver de María Alejandra.
No es la primera vez que se pide la detención de Rinaldi, quien hasta el momento fue la última persona que vio con vida a la joven hace un mes atrás. Nuevamente el juez Alfredo Velasco Copello debe decidir sobre si ahora existen o no suficientes presunciones acerca de la responsabilidad del ex novio en el hecho. Hace quince días rechazó la medida por considerar que no había pruebas que lo incriminen.
Según resultados preliminares que aquí se conocieron acerca de la autopsia realizada sobre el cuerpo de Alejandra, se registraron uno o varios golpes fuertes en su rostro que le hicieron caer un diente. También se ha demostrado que la mujer embarazada recibió fuertes patadas en sus glúteos. Otro dato importante es que la muerte se produjo entre 2 y 12 horas después de conocida su desaparición, la noche del 19 de febrero último. Con todo, y faltando más resultados de los análisis que se siguen llevando a cabo, los médicos forenses aún no han dado a conocer la causal de muerte de Alejandra.
De las declaraciones que se han tomado en el último mes, los investigadores siguen con mucho detenimiento las declaraciones de un taxista que asegura haber visto a la pareja en el lugar donde Nicolás Rinaldi admite haber discutido con Alejandra la noche del 19: el Mirador del Valle. Pero mientras el joven asegura que Alejandra decidió bajar de su auto –contrariada porque él le había pedido que se hiciera un ADN que confirme si el bebé era de él o no–, el taxista declaró que vio cuando Nicolás “zamarreaba” a la mujer embarazada y luego se subían al coche y se alejaban del lugar. El testigo hasta reconoció el automóvil de Rinaldi, un Volkswagen Polo.
Al mismo tiempo que la policía neuquina realizaba un allanamiento en la casa de Mariano Rinaldi –un estudiante avanzado de medicina que vive en Córdoba y que en los días del hecho estuvo en Neuquén–, su hermano Nicolás rompió el silencio que mantenía hasta el momento. “Tengo miedo que me metan preso porque veo que la Justicia se la agarra conmigo”, dijo a todo micrófono que se le acercó, aunque luego aclaró que “estoy tranquilo porque sé que no hice nada malo”.
Respecto a la relación que mantenía con la víctima, Nicolás Rinaldi asegura que “yo no era el novio de María Alejandra”. Sobre la supuesta paternidad de la criatura que la mujer llevaba en su vientre y que tenía siete meses y medio de gestación, el joven aclaró que “yo no digo que no sea el padre del bebé. Digo que tengo mis dudas”.
El principal sospechoso de la causa –que este mismo fin de semana puede llegar a quedar detenido si lo decide el juez Copello– tampoco puede explicar por qué se cambió de ropa entre el momento que fue a ver a María Alejandra y la dejó. Para los investigadores no cierra que en una relación marcada por el problema de la paternidad del bebé, el joven haya observado el grado de presentabilidad a la hora de mantener esa última cita con Alejandra.