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El episodio aún es confuso. Efectivos de la comisaría tercera de Almirante Brown, en el Gran Buenos Aires, detuvieron ayer a un cabo de la Policía Federal que, veinte minutos más tarde, terminó muerto en la oficina del subcomisario por un supuesto suicidio. El cabo Leonardo Sánchez de 32 años, integraba la División Autopistas de la Federal. A raíz de una denuncia por una pelea callejera, un móvil del comando de Patrullas lo había detenido poco antes de las siete de la mañana junto a otras cuatro personas.
De acuerdo a los datos recogidos por este diario en la jefatura de la Departamental de Almirante Brown, que está a cargo de la instrucción del caso, el cabo Sánchez entró a las siete de la mañana a la comisaría Tercera, ubicada en el barrio San José.
Poco antes de esa hora, el cabo se había cruzado con los chicos que terminaron denunciándolo. Estaba de franco y de civil, y viajaba en un viejo Dodge 1500 con otros dos amigos. Cuando se cruzó con la banda de chicos, detuvo el auto, bajó y, según el hermano de uno de ellos, les pidió que se identifiquen sin motivos. Según los testigos, el cabo “durante la identificación, los golpeó con el arma que portaba, los apuntó y les quiso robar pertenencias, pero no pudo, porque las víctimas no tenían nada para entregar”. Uno de ellos terminó con un corte en la cabeza, producto de la golpiza.
El hermano de una de las víctimas llamó al Comando de Patrullas de Almirante Brown. Los patrulleros llegaron enseguida. Todos fueron trasladados a la comisaría. “El cabo se identificó como policía e inmediatamente se procedió a quitarle el arma reglamentaria”, explicó a Página/12 el subcomisario Daniel Goitía, de la Departamental. Todos los detenidos fueron alojados en una dependencia de la comisaría, excepto el cabo, que quedó demorado en la oficina del subcomisario.
Veinte minutos después, Gómez se habría pegado un tiro en la sien, de izquierda a derecha, con la pistola 9 milímetros del comisario. “Imagínese –dijo el instructor–: quién hubiese pensado que este hombre iba a tener una reacción de ese tipo.” Para el Ministerio de Seguridad debería haberse previsto. Poco después del episodio, el subcomisario de la Tercera y la oficial de servicio a cargo de la custodia de los detenidos fueron puestos en disponibilidad preventiva, hasta que la Justicia investigue si hubo negligencia. Un equipo de la policía científica y el médico forense hicieron los primeros estudios para determinar las causas de la muerte. El fiscal de Lomas de Zamora Guillermo Morlaschi, calificó el caso como “averiguación de causales de muerte”.