SOCIEDAD › VECINOS APEDREAN EL FRENTE DE LA COMISARIA 31ª
Otro caso de gatillo fácil
Vecinos de Palermo apedrearon el frente de la Comisaría 31ª, en Cabildo al 200, enardecidos por la muerte de un joven de 24 años, a quien un suboficial le habría pegado un balazo en la cabeza por no detenerse con su moto en un control de tránsito. El homicidio se produjo durante la medianoche del sábado, en Nicaragua y Bonpland, y el suboficial que efectuó el disparo estaría detenido. Los vecinos que atacaron la sede policial llevaban pancartas contra el “gatillo fácil”.
En el anochecer del domingo llovían pedradas y huevazos contra la Comisaría 31ª, en la avenida Cabildo, cerca del límite con el barrio de Belgrano; varios vidrios resultaron destrozados. La cólera de los vecinos respondía a la muerte de Lisandro Barrado, de 24 años, estudiante, quien, poco después de la medianoche del sábado, circulaba en su moto por Nicaragua y Bonpland, donde se había instalado un control policial.
Un joven que lo acompañaba en la moto narró que, por la velocidad a la que venían, no pudieron detenerse ante el control vehicular: entonces uno de los uniformados empezó a tirar: “Lo hizo un policía federal”, aseguró después el testigo.
Barrado fue alcanzado por un disparo en la cabeza. Según declaró su amigo, los policías “no quisieron” llevarlo en el patrullero hasta un hospital.
Voceros policiales reconocieron que el joven fue baleado por un suboficial de la Comisaría 31ª, cuyo nombre no fue suministrado.
Luego de que amigos de la víctima, todavía en la madrugada de ayer, efectuaran la denuncia, el suboficial habría sido “inmediatamente detenido”, según las mismas fuentes.
Al difundirse lo sucedido, vecinos del barrio se congregaron ante la sede policial para protestar y reclamar justicia. Además de arrojar piedras y huevos, prendieron fuego a un canasto de plástico con papeles, ubicado frente al local.
Dos agentes de policía permanecían anoche custodiando el frente del local ante la reacción de los manifestantes, pero hasta el cierre de esta edición no se habían producido mayores incidentes.
Algunos vecinos llevaban pancartas improvisadas y en una de ellas podía leerse: “Policía-Matagente-Gatillo fácil”.