SOCIEDAD
En el 2005 habrá 28 millones de trabajadores contagiados con HIV
La OIT analiza el impacto del virus entre los trabajadores, en un informe ante la XV Conferencia sobre el Sida, en Tailandia.
El impacto del sida, desde la perspectiva laboral, alcanzará para el 2005 a 28 millones de personas en edad de trabajar. La estimación surge de un informe de la Organización Mundial del Trabajo presentado en el marco de la XV Conferencia Internacional sobre el Sida, en Bangkok, Tailandia, cuyo lema es “Acceso para todos”. El informe también menciona que casi 37 millones de trabajadores contrajeron sida desde el inicio de la epidemia. La OIT estimó además que, en el mismo informe, para el 2010 habrán muerto 48 millones de trabajadores y la cifra alcanzará a 74 millones cinco años más tarde, si no se facilita el acceso a los tratamientos. Durante el acto de inauguración realizado ayer, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, instó a los Estados a movilizar sus recursos e implicar a todos los sectores de la sociedad en la lucha contra el sida. Curiosamente, la conferencia empezó sin la presencia de jefes de Estado, salvo del país anfitrión.
El informe de la OIT es el primer análisis mundial sobre la repercusión del HIV en el mundo del trabajo. El estudio se realizó tras considerar la situación en 33 países de Africa Subsahariana, 4 de Asia, 8 de América latina y el Caribe, además de Estados Unidos y la Federación Rusa. En el mundo del trabajo, el organismo internacional advierte que “el sida destruirá un capital humano creado a lo largo de los años y debilitará la capacidad de los trabajadores y empleadores de producir bienes y servicios”. Según Franklyn Lisk, director del Programa de la OIT sobre HIV/Sida y el Mundo del Trabajo, “la epidemia del sida, al provocar la enfermedad y muerte de los trabajadores, reduce la disponibilidad de una fuerza laboral calificada y experimentada. Esta pérdida de capital humano es una amenaza directa para los Objetivos de Desarrollo del Milenio, de reducir la pobreza y promover el desarrollo sostenible”.
El impacto de esta situación en la economía de los países es grave, pero la OIT admite que no es posible medirlo con exactitud en países muy populosos, donde a pesar de haber millones de personas infectadas, la prevalencia del virus es muy baja a nivel nacional. Es el caso de la China y la India en Asia, Brasil en América latina y Estados Unidos en el mundo industrializado, según comentó Odile Frank, una de las autoras y coordinadora del informe.
América Latina y el Caribe tienen una prevalencia media de sida del 1 por ciento con un estimado de 917 mil personas infectadas en edad productiva (entre 15 y 64 años) este año. Se destaca el caso de la República Dominicana que, con una proporción estimada en el 1,7 ciento, habría perdido el 0,2 por ciento anual de crecimiento económico entre 1992 y el 2002, equivalentes a 61 millones de dólares por año. Honduras habría registrado igualmente una pérdida de un 0,2 por ciento o 26 millones de dólares anuales. El país donde el sida ha frenado más el crecimiento es Haití que, con una prevalencia del 0,9 por ciento de sida entre su población, es el más afectado de la región y cuyo crecimiento económico en esa década fue de un 0,5 por ciento menos al año debido al sida.
Según las evaluaciones de la OIT, alrededor de 26 millones de personas que actualmente trabajan, están contagiadas por el virus. Y calcula que, en el 2005, unos 2 millones de trabajadores en todo el mundo no podrán seguir cumpliendo sus labores y que esa cifra se duplicará para el 2015, frente a 500 mil que se encontraban en esa situación en 1995. A esto habrá que agregar que los adultos que vivan con personas enfermas también deberán soportar la carga de cuidar de ellas y en algunos casos dejar sus trabajos para dedicarles el tiempo necesario, principalmente en las regiones en desarrollo.
La mayor parte de los países más afectados por el sida se encuentra en Africa, donde el promedio regional de prevalencia –entre 15 y 49 años de edad– es del 7,7 por ciento, con un total de 25 millones de personas contagiadas con el virus. De ese total, las mujeres resultan las más afectadas, independientemente de que trabajen fuera o dentro del hogar, ya que son las que se ocupan principalmente del cuidado de los enfermos. Los sectores de la educación y la salud sufrirán un especial impacto: la proporción de personal que está muriendo de sida puede llegar al 40 por ciento en el 2010.
En términos macroeconómicos, en países donde se cuantificó la repercusión del sida entre 1992 y el 2002, la tasa de crecimiento del PBI fue inferior en un 0,2 por ciento anual, equivalente a 25 mil millones de dólares al año, y la tasa de crecimiento del PIB per cápita fue inferior en un 0,1 por ciento anual, equivalente a 5 dólares por cápita y por año.
De acuerdo con el informe de la OIT, la fuerza laboral, a la vez que sufre el grave impacto de la epidemia, tiene en sí misma “una parte de la solución”. “El lugar de trabajo es un medio ideal para lograr un enfoque integrado sobre el HIV/sida –sostuvo Odile Frank–. El trabajo provee un lugar donde hablar del HIV/sida es importante, donde las estrategias de prevención pueden promoverse en forma directa, y donde el tratamiento puede ser excepcionalmente productivo.”
En la Conferencia participan 15 mil delegados de 160 países, quienes durante esta semana debatirán las estrategias y políticas de prevención del sida. Entre ellos, el argentino Pedro Cahn, de la Fundación Huésped y jefe de Infectología del Hospital Fernández, quien fue elegido presidente de la Sociedad Internacional de Sida, formada por 10 mil científicos de 130 países.