SOCIEDAD › MARIA INES, LA MADRE, LE ESCRIBIO A SU HIJA UNA CARTA ESTREMECEDORA
La hipótesis de que Fernanda vive
Un testimonio señala que la subieron a un auto. La familia coincide con Busti en que Lencina se suicidó. Se realizó otra marcha.
El presunto suicidio de Miguel Lencina, sospechoso del secuestro de Fernanda Aguirre, reactiva curiosamente la posibilidad de hallarla con vida. En esa línea coinciden el gobierno entrerriano y los familiares de Fernanda. Para el gobierno, Lencina era temido y su muerte les abrirá el paso a nuevos testigos. El abogado defensor de la familia, Luis Federik, en diálogo con Página/12 aseguró que ahora “hay que dejar de buscarla entre los muertos”. Creen que aún está secuestrada y escondida. En tanto, sigue la polémica por el suicidio de Lencina. Aunque sus familiares lo niegan, el gobierno local y Federik sostienen que no fue golpeado y su muerte se debería a un suicidio. María Inés Cabrol le escribió una carta a su hija en el Día del Niño. En medio de una marcha, acompañada por centenares de vecinos, dijo “estoy muerta en vida”.
“Fer: tu madre y amiga te habla y reclama hoy a tantos días de estar sin vos. Me siento muerta en vida. Yo que nunca unas líneas te dediqué, hoy pregunto: ¿quién apagó la luz que no me deja verte; quién me alejó de tus brazos, que no te puedo abrazar; quién me quitó tu ternura y tu sonrisa; quién cerró mis manos para que yo no sienta tus caricias; quién me quitó la posibilidad de que en tu día (del niño) no pueda darte un beso; quién me borró los sueños que ya no puedo soñar?”.
María Inés anoche aún le hablaba a su hija, suponiéndola con vida en algún lugar. “No es que no nos importe buscar el cuerpo –explicó, en tanto, Federik a Página/12–, pero para eso se puede esperar: a mí me interesa saber si la podemos rescatar con vida.” Para el abogado de los Aguirre, a Fernanda podrían tenerla escondida en algún pueblo de los alrededores de San Benito o hasta en Buenos Aires. “Con el revuelo que se armó, puede estar en cualquier parte.” En su opinión, aún es válida la declaración de una testigo que dijo haber visto “cómo se la llevaban en un auto Lencina y otra persona”. Por esa razón, sostiene que el supuesto suicidado sólo fue uno de los partícipes del secuestro, y su muerte una desgracia para la investigación: “Digo una desgracia porque –explicó– nos impide que alguien que estuvo en el hecho cuente lo que pasó”.
Fernanda desapareció el último 25 de julio en los alrededores del cementerio de San Benito. Ese mismo día, los supuestos secuestradores llamaron a sus padres para pedirles 2000 pesos de rescate, que se pagaron pero la chica nunca apareció. La policía hizo allanamientos, el pueblo realizó rastrillajes en campos vecinos, en aljibes y hasta en hornos de ladrillos. “Se buscó por todos lados meticulosamente –insiste Federik–. Todo abre la esperanza de que la hayan llevado a otro lugar.”
La semana pasada, la policía hizo allanamientos vinculados con esa opción en una serie de prostíbulos y cabarets de los alrededores de Santa Fe. Inspecciones que esta semana podrían volver a reactivarse.
La relación entre Lencina, la desaparición de la chica de 13 años y el negocio de la trata de blancas aún no cuentan con indicios sólidos. Sin embargo, ésa fue una de las líneas investigadas a partir de la detención del hombre que terminó el viernes pasado supuestamente ahorcado en la Seccional 5ª de Paraná. Lencina tenía antecedentes penales por dos crímenes y para el momento de la desaparición de Fernanda estaba con libertad condicional. Su muerte generó mayor incertidumbre en el caso y acusaciones de sus padres. Ante la prensa, aseguraron que a su hijo “lo mató la policía”, una opción que la defensa de los Aguirre descarta.
“Los especialistas que participaron de la autopsia son sumamente reconocidos –explica Federik–: además de los médicos, participó el forense de Cámara Federal de Paraná, dos médicos del Superior Tribunal de Justicia y estuvo dirigida personalmente por el juez de la causa Ricardo González y la fiscal.” A pedido de Federik, además se filmó. La causa está bajo secreto de sumario. Aun así la defensa obtuvo los mismos resultados que más tarde difundía el propio gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti: “Respecto de Lencina, como se han dicho tantas pavadas en algunos medios, quiero decir –sostuvo Busti– que la autopsia fue filmada, participaron 12 personas, no hubo golpes y el motivo de la muerte es el ahorcamiento”.
Ayer declaró el sobrino de Lencina. La familia del supuesto suicidado aseguraba que la policía le había pagado y dado detalles para declarar contra su tío. El chico, sin embargo, volvió a repetir los datos de su primer testimonio. Aseguró que su tío la había secuestrado y llevado hasta una tapera cercana. El juzgado, en tanto, incorporó a la causa tres cartas que aparecieron en la celda de Mirta Chávez, la mujer de Lencina, también detenida. Según el gobernador Busti y tal como adelantó Página/12 las cartas contendrían el mensaje de un “pacto suicida”. En una de ellas, Lencina parece reconocer la intención del suicidio: “Quedate tranquila –le dijo a su mujer–, porque voy a cuidar a los chicos desde el cielo”. Los motivos aún no se conocen. Quienes están cerca de la investigación creen que se “sentía cercado”.