SOCIEDAD › HABIA PERDIDO LA PIERNA AL CAER BAJO UN TREN EN MERLO
Murió la chica asaltada
Pese a las esperanzas creadas por una leve mejoría, Ivana Salazar no resistió el trauma físico de perder una pierna y la cadera. Murió ayer en La Plata, a los 21 años.
La joven Ivana Salazar, de 21 años, que la semana pasada había sufrido la amputación de una pierna luego de caer bajo las ruedas de un tren durante un intento de robo, murió ayer en el Policlínico San Martín de La Plata. La muerte se produjo a la 1.20 a raíz de un paro cardíaco motivado “por el severo traumatismo que había sufrido y por las graves heridas en sus tejidos”, informó el director del establecimiento, Eduardo Pezotti. Los vecinos y amigos de la joven realizaron ayer, a poco de conocida la noticia, una marcha de silencio por el barrio de Merlo donde la víctima vivía con sus padres. En la movilización se exhibieron carteles reclamando por mayor seguridad en las estaciones ferroviarias. “Los padres no pueden hablar hoy porque están destrozados, pero van a seguir reclamando justicia”, comentó en el velatorio un primo de la víctima. Desde el mismo día del hecho se encuentran detenidos dos de los tres jóvenes que intentaron robarle la cartera a Ivana Salazar.
En el momento en que se produjo la muerte, la joven estaba acompañada por sus padres y uno de sus hermanos. La noticia tomó por sorpresa a sus allegados, porque los últimos partes médicos habían señalado una pequeña mejoría y ello había despertado esperanzas. En el incidente, ocurrido en la noche del lunes pasado, en la estación Merlo, la joven había sufrido “la amputación del miembro inferior izquierdo y de la cadera izquierda”. La joven fue internada primero en el hospital Eva Perón de Merlo, en donde fue operada y en donde permaneció en la sala de terapia intensiva hasta el viernes. El traslado al hospital platense se había producido horas antes del fallecimiento porque padecía de una deficiencia renal y necesitaba un tratamiento de alta complejidad. En las últimas horas de vida tuvo que volver a ser asistida por un respirador, cuando parecía que ya no lo necesitaría por la evolución favorable que había evidenciado en las 24 horas anteriores a su muerte. La paciente había sido trasladada en helicóptero, pero llegó a La Plata “con una insuficiencia respiratoria muy importante y la presión muy baja”, según informó el doctor Pezotti.
“Fueron cuatro días de angustia y el viernes parecía que se iba a mejorar, los padres estaban esperanzados, por eso la muerte se hizo todavía más dolorosa”, dijo a los periodistas el primo de la víctima durante el velatorio, que se realizó ayer en la cochería Papasián, en Rivadavia 25.451 de Merlo, en el oeste del Gran Buenos Aires. Las críticas de los vecinos y familiares alcanzaron a los directivos de la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA), concesionaria de la ex línea Sarmiento. La empresa había prescindido de los servicios de policía adicional en esa estación, invocando dificultades presupuestarias.
“En los trenes no hay ningún tipo de medida de seguridad. Hay grupos de jóvenes que se drogan y están al acecho, esperando el momento de cometer el robo”, aseguró Esteban Palacios, vecino de la familia Salazar. Una compañera de estudios de la joven aseguró que Ivana “tenía miedo de viajar en tren por las noches, pero lo hacía porque viajar en los micros sale mucho más caro”. Aunque todavía hay dudas sobre cómo ocurrieron los hechos, la policía piensa que Ivana había bajado del tren, en la estación Merlo, cuando los tres delincuentes intentaron arrebatarle la cartera que llevaba colgada del brazo.
Luego de forcejear con los ladrones, la chica trastabilló y se desplazó hacia el lado de las vías, cuando el tren volvía a ponerse en funcionamiento. La arrastró unos 30 metros, hasta que no pudo sostenerse más –estaba aferrada al pasamanos– y cayó bajo las ruedas cuando el convoy llegó al final del andén. Dos de los tres asaltantes fueron detenidos por la intervención de un agente de la Policía Federal y otro del Servicio Penitenciario Federal que corrieron detrás de ellos, luego de presenciar el incidente.