SOCIEDAD › EL GOBIERNO LANZO UNA “CAMPAÑA MASIVA” DE PREVENCION DEL SIDA
Buscando el cuidado, pero sin miedo
Habrá mensajes sin medias tintas, preservativos incluidos. Y afiches callejeros innovadores como el de los dos hombres que se besan. La idea es fomentar una actitud “positiva” frente al VIH y descartar las apelaciones al temor frente al peligro del contagio.
Por Pedro Lipcovich
Los dos hombres que se besan; la mujer que controla su embarazo; el donante de sangre, el tatuado, las dos chicas que comparten el mate, los que hacen el amor. Todos están en la que se anuncia como la campaña de prevención del VIH/sida más consistente por medios masivos en la Argentina. Se desarrollará entre agosto y octubre, y algunos de los afiches que la componen empezaron a aparecer en los últimos días en las calles porteñas. Está planteada en términos “positivos”, esto es: no suscitar espanto por el peligro de enfermedad, sino marcar qué comportamientos no trasmiten el virus –por ejemplo, donar sangre– y cuáles sí lo trasmiten. Para evitar estos últimos, los ejes son: “Usá preservativo siempre”, “Usá y exigí material descartable siempre” y “Cuidá tu embarazo siempre”. La campaña fue diseñada por un equipo tripartito: representantes de las organizaciones que trabajan en el tema, incluidas las personas viviendo con VIH; representantes del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida (que otorgó los dos millones de dólares necesarios) y representantes del Ministerio de Salud de la Nación. La campaña fue presentada ayer por el ministro Ginés González García, en un acto cuyo momento más grave se registró cuando una representante de personas con VIH denunció que “en cárceles argentinas, un método de castigo a los presos con VIH/sida es impedirles tomar la medicación”.
Al presentar la nueva campaña, el ministro González García advirtió que “se está perdiendo el respeto por el sida como enfermedad”, por lo cual insistió en la importancia de “no sólo curar, sino cuidar”. El funcionario anunció que se compraron “veinte millones de preservativos que ya están listos para distribuir en todo el país; estamos trabajando en las bailantas como en los festivales de rock y en los partidos de fútbol”.
La titular del Programa Nacional de Sida, Gabriela Hamilton, subrayó que “la campaña está planteada en lenguaje positivo, no coercitivo, sin hacer eje en los males, y esto es innovador en la Argentina”. De hecho, durante la preparación de la campaña, una primera licitación dirigida a empresas de publicidad fue declarada desierta porque todas las propuestas estaban centradas en suscitar el miedo a la enfermedad. En los mensajes finalmente aprobados, “se procura indicar las vías de trasmisión tanto como las vías de no trasmisión –destacó Hamilton–: por ejemplo, es importante informar que donar sangre no puede trasmitir el VIH, ya que, según las investigaciones previas, entre la población sigue teniendo vigencia la idea equivocada de que quien dona sangre podría llegar a contraer el virus”.
La campaña se extenderá hasta fines de octubre y su costo total será de 2.100.000 dólares, provistos por el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria. Incluye 11 distintos afiches callejeros, mensajes radiales y tres spots que se difundirán por TV abierta y cable.
Quizás el más llamativo de los afiches sea el que presenta a dos hombres besándose, para señalar que esa práctica “no trasmite VIH/sida”. César Cigliutti, quien intervino en la preparación de la campaña como representante del Foro de ONG con trabajo en VIH/sida, destacó “esta nueva forma de prevención, que respeta y celebra la diversidad”.
Todos los afiches incluyen el triple “siempre”, que subraya a “usá preservativo”, “usá y exigí material descartable” y “cuidá tu embarazo”. De las formas prevalentes de trasmisión del VIH en la Argentina, compartir jeringas contaminadas no se explicita, aunque se alude discretamente a ella cuando se insiste en el uso de material descartable.
Pedro Cahn, presidente electo de la Sociedad Internacional de Sida, recordó que “hasta no hace mucho, en las campañas oficiales no se podía hablar de preservativos: recién el año pasado empezaron a aparecer, y esto es esencial porque hay un punto en que ninguna otra entidad puede sustituir la palabra del Ministerio de Salud: es como cuando las autoridades indicaban que, para evitar el cólera, había que echar en el agua dos gotitas de lavandina; para el sida, se trata del preservativo”. La campaña en medios masivos forma parte del proyecto general para prevención y control del VIH auspiciado por el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida: en su marco se desarrollan ya 126 proyectos –la mayoría a cargo de organizaciones no gubernamentales–, previamente aprobados por un equipo evaluador internacional. El presupuesto para los próximos cinco años es de 28 millones de dólares.
Ana Lía Kornblit –quien desde la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA dirigió la encuesta nacional que se tomó como base para el proyecto, tal como informó este diario en julio pasado– estimó que “por primera vez en la Argentina se presenta tan claramente a la población cuáles son las situaciones de riesgo, a partir de la detección previa de creencias y prejuicios. Veremos cómo reacciona la sociedad ante este mensaje directo”.
Durante la reunión en la que se presentó la campaña, Estela Carrizo, representante de la Red de Personas Viviendo con VIH, denunció que “en cárceles, a personas con VIH/sida, como castigo, les cortan la medicación y los meten desnudos en las celdas llamadas ‘buzones’. Hay muchos casos como el de Walter Alsina” (ver nota aparte). El ministro González García respondió que “hemos tomado contacto directo con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, para proteger a estas personas y tratar de cambiar la realidad carcelaria”. Carrizo solicitó “acciones concretas” y exclamó: “No nos dejen solos, por favor”.