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Los lobbies para bajar la edad de inimputabilidad de los menores recibieron un respaldo –un proyecto diseñado por el ministro de Justicia, Jorge Vanossi– y una multitud de críticas, entre ellas una inesperada: el propio ministro de Seguridad bonaerense, Luis Genoud, que hace pocos días había introducido el tema, apoyando la reducción de edad, ayer dio marcha atrás y anunció su desacuerdo. El motivo no es de fondo sino, más bien, práctico: “¿Adónde los vamos a meter?”, sostuvo. También el gobernador Felipe Solá se opuso a la propuesta de Vanossi. El presidente del Consejo Nacional del Menor, Norberto Liwski, dijo que “una legislación de este tipo no hace sino profundizar los procesos de exclusión”.
El proyecto de Jorge Vanossi aún no ingresó al Congreso. Fue entregado al presidente Eduardo Duhalde para su análisis. Ya en su artículo 1º, argumentando principios de seguridad pública, propone la reducción de la edad de inimputabilidad a los 14 años. La propuesta del ministro de Justicia recibió críticas. Entre ellas, del propio gobernador bonaerense, Felipe Solá. “No me gusta, me doy cuenta de que hay muchos menores asesinos y que buena parte de los asesinatos que hemos visto últimamente han estado en manos de menores, pero no me gusta bajar la edad de imputabilidad de los menores”, dijo.
Pero una crítica inesperada llegó del mismo seno del gobierno bonaerense, a la sazón, de boca del ministro de Seguridad, Luis Genoud, quien hace pocos días sostuvo, sin fijar una edad precisa, que “si son mayores para obtener la licencia de conductor, son mayores para todo”. Ayer, Genoud cambió de tónica y dijo que “para combatir la delincuencia y la inseguridad, no es necesario endurecer las leyes penales. Cumplamos las leyes que ya tenemos”. Genoud elogió al proyecto de Vanossi, comparándolo con los “de países del Primer Mundo, pero va a ocurrir lo mismo que con los mayores. ¿Adónde los vamos a meter?”.
Desde otra óptica, el proyecto de Vanossi fue duramente cuestionado por el presidente del Consejo del Menor y la Familia, Norberto Liwski. “Se transitan dos caminos peligrosos –dijo a Página/12–. El primero es el de brindarle a la sociedad la expectativa de que la reducción de edad resuelve los factores de inseguridad pública. La lectura que entregan a la sociedad es que la inseguridad se debe en gran parte al comportamiento de los adolescentes de 14 y 15 años. Una legislación de este tipo no hace sino reforzar los procesos de exclusión y riesgo. En segundo lugar, se invierte la cuestión, porque esta franja de tanta vulnerabilidad en los grupos de pobreza está reclamando políticas activas del Estado, y si el Estado responde con el Código Penal, pone en evidencia que los graves problemas de exclusión social los resuelve de esa forma.”