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Años atrás era un reconocido empresario que pertenecía al exclusivo grupo de familias más adineradas de la zona sur del conurbano. Pero esos mismos contactos los utilizó para cambiar de rubro: el jueves último fue detenido en su domicilio de la localidad bonaerense de Adrogué por su presunta vinculación con 32 secuestros extorsivos de la zona. Los investigadores del caso sospechan que el abogado NN, de 44 años, aportaba datos de potenciales víctimas a bandas integradas, entre otros, por Maximiliano “Pachu” Peñaflor y Roberto Cuesta Gatti, ambos relacionados con el secuestrador Cristian “Hígado” Muñoz, quien participó del secuestro del joven Nicolás Garnil. Fuentes policiales manifestaron a este diario que también se sospecha que el abogado detenido tenía vinculaciones con Gustavo Escobar Duarte, un delincuente relacionado con Carro Córdoba, acusado de haber secuestrado a Cristian Schaerer.
El abogado penalista, quien no ejerce desde hace varios años, fue detenido el jueves por la tarde en su departamento de la calle Cerretti 856, en el centro de Adrogué, por orden del juez federal de Lomas de Zamora Alberto Santamarina, quien lo investiga como partícipe de los secuestros extorsivos. En su declaración, NN sostuvo que era inocente. Sin embargo, fuentes policiales manifestaron que existen escuchas telefónicas del abogado con secuestradores de diferentes personas que viven a escasos metros de la casa de NN. Incluso, en el allanamiento realizado en la casa del abogado encontraron unas llaves pertenecientes a un auto Neón Chrysler, el mismo modelo que tenía una de las víctimas secuestradas en noviembre del año pasado, cuyo auto apareció –después de su secuestro– cerrado y sin las llaves.
La Justicia también investiga si el abogado estaba vinculado con la banda de captores que secuestró al defensor oficial de Lomas de Zamora, Daniel Baca Paunero, cometido el año pasado. En la vivienda de NN, quien tenía contactos con varias familias adineradas de la zona, también se secuestró una pistola calibre 22. De acuerdo con la investigación, el hombre usaba sus contactos para marcar a las potenciales víctimas.
Voceros judiciales indicaron además que años atrás, NN tenía una reconocida agencia de autos, que llevaba su nombre, que terminó quebrada a fines de 2001. El letrado no ejerce su profesión desde hace tiempo e incluso actualmente está imposibilitado de hacerlo, ya que en los últimos años no pagó la matrícula. Después del cierre de la agencia, el hombre continuó involucrado en la venta de automóviles usados y, según señalaron, está sospechado de haber estafado a varias personas. “Era un busca”, resumió una fuente.
En el seguimiento del acusado se hallaron indicios de que también podría estar vinculado con otras importantes bandas de secuestradores. La investigación de NN comenzó en noviembre de 2003, tras el secuestro de Beatriz Soto, producido el 12 de ese mes y liberada al día siguiente, después del pago de unos 50.000 pesos. Unos de los secuestradores en ese hecho fue Mariano Galmarini, posteriormente detenido, con quien NN mantuvo varias charlas telefónicas, de acuerdo con las escuchas que poseen los investigadores. Pero la relación con Galmarini iría más allá del abogado: una fuente reveló que el cartel de venta colocado en la casa del secuestrador pertenece a la inmobiliaria de un familiar de NN.