SOCIEDAD
La caída del avión del corredor de TC fue por un error del piloto
Nicolás Vuyovich acababa de ganar una carrera en San Juan. El avión en el que viajaba chocó con una antena a 600 metros de la pista en Córdoba. Había niebla, pero iba más bajo que lo debido.
El accidente del avión en Córdoba que llevó a la muerte a seis personas –entre ellas, el piloto de TC Nicolás Vuyovich, que acababa de ganar una carrera en San Juan– se debió a un error humano, según las primeras pericias. La niebla no pudo provocar el accidente por sí sola, indicó la Fuerza Aérea. Volando a una altura más baja de lo estipulado, la nave se llevó por delante una antena que está a unos 600 metros de la pista y cayó.
Vuyovich había nacido en Orán, Salta, hace 23 años. A los once fue el ganador en un campeonato de kartings, una marca de su temprana inclinación. Dos años más tarde, ganó el torneo Interfederativo y en la temporada 1995-1997 se alzó con el cetro argentino de la especialidad. En 1999 ganó en Salta el campeonato de Turismo Pista y en 2000 accedió al Turismo Nacional Clase 2. En octubre de 2002 debutó y ganó en el TC 2.000. A principios de 2003, volvía de una competencia en San Luis cuando su auto volcó en Salta. Como consecuencia del accidente, murió su padre, Francisco. Fue en su memoria que el joven decidió seguir compitiendo. A su memoria, también, dedicó el último triunfo: el domingo, el deportista había ganado la competencia de Turismo Competición que se desarrolló en el autódromo El Zonda, en San Juan. Desde esa provincia partió el Pipper Navajo, con destino al Aeropuerto Pajas Blancas de Córdoba.
Como las condiciones del tiempo no eran del todo favorables, se aproximaban a la pista con un sistema especial que se emplea en esos casos. “Cuando hay niebla o lluvias, se dan referencias por medio de instrumentos”, explicó a Página/12 el comodoro Guillermo Lozada, vocero de la Fuerza Aérea. “Tengo la pista a la vista” fueron las últimas palabras del piloto a la torre de control. Pasaron unos instantes y en la torre no divisaban el avión ni obtenían respuesta a los intentos de contacto. Entonces se puso en marcha el plan de emergencia. Eran las 19.30 cuando el sonido de alarmas, autobombas y ambulancias invadió el lugar. El equipo encontró los restos de la nave a unos 600 metros de la pista. Un médico buscó signos vitales. Los encontró sólo en tres de los nueve ocupantes.
“Estuvo muy, muy cerca de la pista”, precisó Lozada. ¿Qué fue lo que sucedió? Una de las alas de la nave tocó las riendas de una antena del aeropuerto, cuya función es emitir una señal al avión para darle posición. Cuando se produce ese intercambio, “la nave tendría que estar a 60 metros de altura. Pero estaba a 5”. “Yo creo que por las condiciones meteorológicas, los pilotos bajaron algo más tratando de forzar un poco la situación para aterrizar”, fue la hipótesis ensayada por el vocero.
El comodoro indicó que la Junta Investigadora de Accidentes Aéreos emprendió las pericias. “En gran medida, es un error humano en el cual las condiciones meteorológicas hicieron su parte –afirmó–. Normalmente jamás debió haber descendido debajo de los 60 metros”. En la instancia final de la aproximación a la pista se llega “con referencia de un equipo: hay un instrumento para saber si se está en la senda de planeo correcta o no. Ellos abandonaron continuar por la senda”. El porqué actuaron de ese modo “es la gran incógnita”, consideró el vocero. De acuerdo con las primeras averiguaciones, “los dos motores del avión funcionaban”.
Además de Vuyovich, fallecieron Gustavo Ramonda, director deportivo del equipo; su hijo David, de siete años; Hugo Suárez, socio del director en la concesionaria Toyota, además del piloto Daniel Reynoso y el copiloto Mario Corti. En cambio, sobrevivieron Joaquín Palacios, el sobrino de Ramonda, de 14 años, el jefe de prensa del equipo, Rodolfo Butta, y el fotógrafo Fabricio Nicolier. Todos ellos permanecían estables, según fuentes médicas.