SOCIEDAD › TRASLADABAN 120 KILOS DE COCAINA EN EL PATRULLERO
Esos raros modos de blanqueo
Cuatro policías federales fueron detenidos en Jujuy tras volcar su camioneta con 120 kilos de droga dentro. Pidieron la detención de los jefes de la delegación Salta. Tres jueces tironean por la causa.
Por Horacio Cecchi
El vuelco de una camioneta de la Federal, en Jujuy, técnica y literalmente blanqueó un operativo. Los cuatro federales que viajaban dentro estaban acompañados por un cargamento de 120 kilos de cocaína no registrado en ningún lado. Los federales argumentaron que el juez de Orán estaba al tanto de todo y que él les había ordenado trasladar la droga hasta Salta. El juez de Orán no sólo lo negó sino que le pareció extraño que se hubieran dirigido a Salta en lugar de Orán y reclamó que le remitieran la causa con los 120 kilos. Los cuatro federales fueron detenidos por el juez de Jujuy, que intervino en el descubrimiento. A su vez, el juez de federal de Salta pidió competencia en la causa y ordenó la detención de los dos jefes de la delegación de la Federal en Salta. A todo esto, los federales aducen el comprensible error humano: se habían pasado casi 200 kilómetros de su destino, Orán, en dirección a Salta. Si lo que los federales dicen es cierto, el grado de indefensión de la frontera norte, el NOA que lo llaman, está en serio riesgo. Si no lo es, lo que está en riesgo no es sólo la frontera.
Antes que nada conviene ubicar la lupa geográficamente. Profesor Salvador Mazza es la última población salteña, frente a la boliviana Yacuiba. Zona de intercambio cultural y de otros tipos de intercambio. A unos 170 kilómetros hacia el sur, por la Ruta Nacional 34 se encuentra San Ramón de la Nueva Orán, sede del nuevo juez federal salteño, Juan Reynoso. Orán tiene jurisdicción sobre Mazza. Y es salteña, pero las curiosidades de la geografía política han hecho que para trasladarse desde Orán hacia la capital salteña, la ruta más directa es la misma 34, que atraviesa buena parte de ese recorrido por territorio jujeño.
Según confió el propio juez Reynoso al Tribuno de Salta, el sábado pasado a la medianoche, más exactamente a la 0.20 del domingo, recibió la llamada del subcomisario Daniel Ferreyra, tercero de la Federal en Salta, informándole de un enfrentamiento en las inmediaciones de Mazza. Después, según aclaró Reynoso, no fue un enfrentamiento sino que un solo disparo de los federales bastó para que la banda de narcos huyera abandonando en plena confusión el vehículo, para fugar a pie. Para colmo, al huir a pie, la aterrada banda debió abandonar en el vehículo los 116 panes de 120 kilos de cocaína declarados por los federales. “Por eso no detuvieron a nadie –confió Reynoso–. Yo los felicité por el trabajo que habían hecho. Les dije que hicieran el sumario, que tomaran testimonio a personas que no fueran de la fuerza y, luego, que trasladaran la droga a Orán”.
Hete aquí que la Fiorino conducida por el probo cabo primero Aguilera, en la que viajaban el mentado Ferreyra, el subinspector Calliave y el cabo primero Guzmán como celosos custodios del cargamento, se pasó unos 200 kilómetros de su destino, Orán, por la misma ruta y en dirección a Salta. Pese a que Reynoso aseguró tener conocimiento del procedimiento, el cargamento no figuraba en ningún lado. Durante la mañana del domingo, la Fiorino, a la altura del cruce La Cañada, en jurisdicción de la jujeña Perico, mordió la banquina, volcó, y además de blanquear parte de la ruta se blanqueó a sí misma. Poco después, el juez federal de Jujuy, Mariano Cardozo, es informado telefónicamente del vuelco de los federales en la 34. “Doctor, parece que va a tener que venir –le comentó el policía jujeño–. En la camioneta iban cuatro y llevaban un cargamento de cocaína”. Cuando Cardozo llegó al lugar, se encontró con que no era el único interesado en el caso. También se encontraban allí los comisarios Carlos Díaz y Guillermo Osler, jefe y segundo de la Federal en Salta.
Los cuatro federales que habían volcado dijeron a Cardozo que Reynoso estaba enterado del procedimiento y era quien había ordenado el traslado de la droga a Salta. Pero Reynoso lo negó, con lo que Cardozo consideró oportuno detener a los cuatro volcados. El que puso el grito en el cielo fue un tercer juez federal, Abel Cornejo, de la ciudad de Salta.“Es demasiado raro. Semejante cargamento en dirección a mi jurisdicción y no me informaron nada –dijo Cornejo a Página/12–. Qué hacían ahí el primero y el segundo de la Federal en el lugar del accidente sin avisarme. El juez Cardozo me pidió que secuestre el libro de guardia y el de novedades. Y allí no consta que hubo ningún enfrentamiento ni ningún secuestro de droga, y mucho menos que se haya hecho el traslado. No hace falta ser juez para darse cuenta que semejante cantidad de drogas en un procedimiento en el que no hay un solo detenido resulta demasiado raro”. Considerando que los dos jefes de la Federal corresponden a su jurisdicción, Cornejo pidió la inhibitoria de Cardozo y la detención posterior de los dos jefes. Reynoso clamó por el expediente y los 120 kilos. Y los federales aseguraron que “todo fue legal” y clamaron por su inocencia.