“Los organismos financieros internacionales no tienen en consideración las consecuencias que para la salud de los pueblos pueden tener estas acciones de ajustes contables”, disparó el ministro de Salud, Ginés González García. El funcionario pronunció un duro discurso en la 55ª Asamblea Mundial de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se desarrolla en Ginebra, en la que también aseguró que “debemos prepararnos para evitar consecuencias catastróficas que obedezcan a cambios bruscos en la macroeconomía”. González García alertó sobre los riesgos que implica la demora en las tratativas con el Fondo Monetario Internacional. “Se están dilatando los acuerdos con el FMl hasta el límite que pueden tener consecuencias negativas sobre la salud”, insistió. En este marco, Página/12 consultó a dos especialistas en el área que analizaron el panorama sanitario argentino ante la crisis y advirtieron cómo la subalimentación y la desnutrición abren la puerta a múltiples enfermedades.
El documento base elaborado para la discusión de la Asamblea de la OMS centraba su atención en los riesgos para la salud que derivan de los estilos de vida. “Sin embargo, creo que en el documento nos falta agregar los riesgos sobre la salud que derivan no sólo de los estilos de vida sino también de los destinos de vida”, sostuvo Ginés González García.
El ministro apuntó además al rol que les cabe a los organismos financieros internacionales en el otorgamiento de créditos a países como la Argentina, criticando los efectos que los tiempos de negociación pueden tener sobre la gente. “El apoyo internacional para superar la parálisis de la vida económica que existe hoy en mi país está siendo prolongado en forma extrema”, consideró el ministro.
En este punto, José Escudero –profesor de las universidades nacionales de Luján y La Plata– consideró que la Argentina está viviendo “la peor crisis económica y todos los indicadores apuntan a que la situación se va a deteriorar”. Para el especialista, dos cuestiones dan de lleno en la crisis sanitaria: el empeoramiento de la salud en general y la falta de medidas para enfrentarla. “En primer lugar, a la gente desnutrida con lo que recibe de alimentos desmercantilizados (a través de organizaciones no gubernamentales) no le alcanza para compensar su déficit nutricional -indicó–. Si bien la desnutrición quizá no mata directamente a muchos, baja de tal modo las defensas que los desnutridos terminan muriendo de otras enfermedades, como diarreas y broncoespasmos.”
“Es indudable que una reducción en el nivel nutricional es una puerta abierta a cualquier enfermedad y esto se ve constantemente en nuestros centros de salud”, coincidió Aldo Neri, sanitarista y ex secretario de Salud porteño. “Hay un recrudecimiento de viejas enfermedades como la tuberculosis que, en parte puede asociarse con el sida, pero también con la caída del nivel de vida en general”, añadió.
“Las operaciones programadas se postergan o cancelan con lo que, por ejemplo, los cancerosos llegan con mayor metástasis”, dijo Escudero.
“Ante esta situación la oferta del sistema de salud se reduce en vez de aumentar, asociado a la orden que recibe el Estado de bajar sus gastos -continuó–. Y todo esto se va a medir en muertes evitables que son cada vez más frecuentes.”
Neri evaluó que “lo peor no pasa por los servicios de salud sino por el deterioro de la calidad de vida que va desde cómo una persona se alimenta hasta el grado de tensión con que vive”. El ex secretario de Salud admitió que la situación se hace aún más crítica porque en los centros de salud “se trabaja sobre la emergencia, es decir, la población posterga la llegada al hospital hasta que la cosa está muy grave”. Los motivos económicos son los principales obstáculos que el paciente debe sortear porque “suponiendo que el hospital le quede cerca y no tenga que ir en colectivo, ya que muchos ni siquiera tienen para pagar el boleto, lo retrasa porque sabe que le recetarán un medicamento que no podrá comprar”. “Se están dilatando los acuerdos con el FMI hasta el límite que puedentener consecuencias negativas sobre la salud”, alertó González García en su presentación ante la Asamblea. Y solicitó a todos los países “que nos apoyen en el mensaje al mundo de las finanzas internacionales para que aceleren sus tiempos”.