SOCIEDAD › DOCUMENTO PARA LIMITAR LA ADMISION DE HOMOSEXUALES
Benedicto no quiere curas gays
El papa Benedicto XVI habría firmado ya el documento que pone severos límites a la admisión de los homosexuales al sacerdocio, según trascendió ayer en el Vaticano. El texto, según esta versión, tendría forma de “instrucción” y habría sido preparado por la Congregación para la Educación Católica –encargada de la formación de los curas– con la colaboración de estudiosos de la Universidad Pontificia Gregoriana, de Roma.
El documento habría sido firmado durante la estancia de Benedicto XVI en la residencia de verano de Castel Gandolfo, unos treinta kilómetros al sur de Roma. Las nuevas normas no se aplicarían a los sacerdotes en actividad, sino a los seminaristas y aspirantes a entrar en los seminarios. La “instrucción” no supondría ningún cambio de doctrina, sino una aclaración, ya que existen normas semejantes anteriores, aunque no se han aplicado en las últimas décadas, según trascendió.
La Congregación para la Educación Católica trabaja desde hace más de tres años para definir la conducta que debe adoptar la jerarquía de la Iglesia con los candidatos homosexuales al sacerdocio. Comenzó a ocuparse de la cuestión desde que estallaron los escándalos por la presencia de sacerdotes pedófilos en varios países, en particular en Estados Unidos. La Iglesia condena la homosexualidad como un comportamiento “intrínsecamente malo” y en un documento oficial la llama una inclinación “objetivamente desordenada”. Lo que no queda claro es cómo las autoridades de los seminarios identificarán a los aspirantes homosexuales.
“Algunos elegirán retirarse, porque si no lo hacen, será como si vivieran en una mentira”, dijo, semanas atrás, el reverendo Robert Silva, presidente de la Federación Nacional de Consejos Sacerdotales de Estados Unidos, quien se opone a la prohibición por considerarla “extremadamente nociva” para los sacerdotes gay castos que sirven hoy a la Iglesia. El nuevo documento coincidiría con el resultado de una evaluación, ordenada por el Vaticano, de todos los seminarios en Estados Unidos, una pesquisa que se inició durante el papado de Juan Pablo II y no fue interrumpida con el cambio de mando en la Iglesia Católica.