La empresa Aguas Argentinas fue condenada a pagar una indemnización de 225 mil pesos por el “daño moral” provocado a un cliente al que se le cortó el suministro de agua potable durante tres años debido a que mantenía una deuda con la compañía.

La condena fue impuesta debido a que la firma no notificó al usuario de que se le iba a interrumpir el servicio en los términos previstos por el Ente Tripartito de Obras y Servicios Sanitarios (Etoss).

En los fundamentos de la medida se indicó que “resulta indudable que la ausencia del líquido vital provoca una serie de inconvenientes en la vida normal de las personas, que se agravan cuando la irregularidad es prolongada, como ocurrió” en este caso.

El fallo fue dictado por la Sala I de la Cámara Civil porteña, en una causa por daños y perjuicios iniciada por Carlos R.D., quien estuvo sin suministro de agua corriente desde el 22 de febrero de 1996 hasta el 13 de abril de 1999. Según surge de la resolución, R.D. mantenía una deuda con la empresa, pero Aguas Argentinas le cortó el servicio sin tener en cuenta una resolución del Etoss que obliga a remitir al usuario dos avisos antes de adoptar esa medida.

La normativa prevé el envío de dos intimaciones de pago con no menos de quince días de intervalo entre ambas, “haciendo saber, en forma fehaciente, la decisión de cortar el suministro con siete días de antelación a su materialización”, destacaron los jueces.

“Sin embargo, dicha intimación no fue suficiente en los términos de la reglamentación citada, que atento a la importancia de los intereses en juego, hubiera debido ser estrictamente respetada”, agregaron.

Además, los jueces Carlos Ponce, Delfina Borda y Julio Ojea Quintana tuvieron en cuenta que existieron una serie de problemas en cuanto a las medidas reales de la finca: en un momento se le facturó como si fuera de 200 metros cuadrados cubiertos, cuando luego se comprobó que tenía 171. Al respecto, los jueces valoraron las “elocuentes actuaciones” de la Defensoría del Pueblo de la Nación “en razón del irregular envío de facturas por parte de Aguas Argentinas SA” en reiteradas oportunidades.

Durante el proceso, el damnificado se explayó sobre las “penurias” que tuvo que soportar por la falta de agua en su domicilio y habló de su “humilde situación económica y de su sencilla forma de vida, prácticamente dedicada con exclusividad al estudio”.