Las versiones están instaladas en Tribunales. La Cámara de Casación decidiría que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 24, integrado por los doctores María Cecilia Maiza, Raúl Llanos y Marcelo Alvero, será el encargado de llevar adelante el juicio por el caso Cromañón. Las audiencias se harían en la sala en la que se realizó el proceso a los comandantes en jefe del Proceso y habría otra sala, con monitores, desde la cual podrán seguir el juicio los familiares de las víctimas y el periodismo. Es casi seguro que la defensa de Omar Chabán le pida al Tribunal la excarcelación hasta que se haga el juicio. Chabán cumple este mes dos años en prisión y el rumor es que le podrían conceder la libertad. Es obvio que en el juicio afronta el peligro de una condena muy seria. Está imputado por estrago doloso y cohecho, con penas que van hasta los 26 años de cárcel.

Como se sabe, la jueza María Angélica Crotto elevó a juicio oral la parte fundamental del caso Cromañón. Van como imputados Chabán y sus colaboradores más cercanos, los integrantes de Callejeros, policías que supuestamente cobraban coimas para permitir las irregularidades y funcionarios de Control Comunal, que por entonces encabezada Fabiana Fizbin. En total, los imputados son 15. Queda por dilucidar qué ocurrirá con los funcionarios de más alto rango, el ex secretario de Seguridad porteño Juan Carlos López, y el ex jefe de Gobierno Aníbal Ibarra. Ambos fueron sobreseídos por los integrantes de la Sala V de la Cámara del Crimen, integrada por Gustavo Bruzzone, María Laura Garrigós de Rébori y Rodolfo Pociello Argerich, en base a la noción de que la responsabilidad penal le corresponde a quien tiene relación directa con lo ocurrido, los organizadores, los músicos y los que estaban encargados en forma directa de controlar. Como hubo una apelación al sobreseimiento, la Cámara de Casación debe definir la situación y lo más probable es que lo haga enseguida después de las elecciones del 3 de junio. Es casi seguro que la Sala III de Casación confirme los sobreseimientos.

El Tribunal

Como lo adelantó Página/12 en marzo, la designación del Tribunal Oral del juicio Cromañón produjo un choque entre los jueces. Lo que ocurre es que nadie quiere hacerse cargo de una causa tan difícil, intrincada, con varios querellantes, numerosos acusados y un juicio que podría llevar un año de audiencias, además de conflictos con los padres de las víctimas, presiones, movilizaciones y hasta alguna agresión. El TOC sorteado fue el 11, pero los jueces de ese tribunal adujeron que el TOC 24 tiene una causa vinculada con corrupción en los bomberos y que como ese expediente surgió de pruebas acumuladas en el caso Cromañón, existe conexidad. La conclusión de los del 11 es que debe actuar el 24. Además, en Tribunales afirman que en el TOC 11 hay jueces de dilatada carrera que se jubilarían antes de afrontar el juicio Cromañón. Lo cierto es que el rumor instalado es que la Cámara de Casación convalidaría la idea de la conexidad y el TOC 24 estaría al frente del juicio.

De los tres magistrados, Llanos, Maiza y Alberó, sólo el primero es titular; los otros dos son subrogantes. Y el rumor es que la Corte Suprema sacaría en el próximo mes un fallo sobre las subrogancias. Se dice que les pondría un plazo más estricto, lo que resulta un enorme obstáculo para un juicio que se prevé largo. Además, en Tribunales todos coinciden en que se trata de buenos jueces, pero que el caso Cromañón es de máxima importancia y, por lo tanto, sería importante que actúen magistrados con estabilidad, no subrogantes, a quienes podría no prorrogárseles la designación. Por último, es casi seguro que deberá designarse un cuarto juez que esté presente en las audiencias y sea el reemplazante en caso de que alguno de los magistrados renuncie o se enferme, algo que ya ocurrió en el caso de María Soledad Morales.

El escenario

Por supuesto que en Tribunales ya se habla del ámbito en el que se va a hacer un juicio que conmocionará al país. Las versiones indican que el lugar elegido será la Cámara Federal, que está pegado al hall central del Palacio de Tribunales. Allí se realizó el juicio a las juntas militares en 1985. La idea que existe hoy por hoy es que los familiares de las víctimas y el periodismo presencien las audiencias desde otra sala, en la que recibirán las imágenes de la audiencia en distintos monitores.

Por supuesto que todas estas decisiones deberán ser convalidadas después por el TOC, que también tendrá que resolver sobre la televisación. Una parte importante de los familiares dice que debe haber una cobertura permanente de lo que sucede en la sala, pero en los últimos tiempos los tribunales han sido reacios a la transmisión en directo porque incide sobre los testigos. Habrá que ver qué dice el tribunal en este caso.

Chabán

El único imputado que permanece en prisión es Omar Chabán, el administrador de Cromañón. Como se sabe, está alojado en el penal de Marcos Paz y este mes cumple allí dos años. Es un hecho que su abogado, Pedro D’Attoli, va a pedirle la excarcelación al tribunal ni bien éste reciba la causa y en Tribunales se dice que Chabán tiene chances de conseguir la libertad hasta el juicio. La Cámara de Casación consideró que ni bien se produjo la tragedia, Chabán intentó fugarse porque no pudo ser encontrado en su domicilio, sino en un estudio de su propiedad, pero transcurridos dos años de prisión, no es improbable que le concedan la libertad hasta que exista sentencia.

Lo que falta

La jueza Crotto todavía instruye la causa en la que se investiga el comportamiento del SAME y todos los que participaron del operativo de emergencia la noche de la tragedia. Los familiares de las víctimas sostienen que faltó oxígeno, que varias de las muertes fueron provocadas por la mala atención y por lo que denominan situación de caos que se produjo a raíz del incendio y la liberación de los gases tóxicos dentro del local. La magistrada tiene que definir si habrá o no procesamientos y en todo caso a quién o quiénes les imputará algún delito. En la causa existe una pericia realizada por el cuerpo médico forense de la Corte Suprema que no cuestionó la actuación del SAME ni de los demás organismos en aquella noche, sobre todo teniendo en cuenta que se trataba de miles de personas que, además, salían de Cromañón desesperadas, a los gritos y, en algunos casos, agredieron a los médicos y enfermeros en su desesperación. Un punto clave de lo ocurrido es que no se hizo –o no se pudo hacer– un cordón policial como correspondía, lo que pudo haber evitado, por ejemplo, que algunos de los que habían salido de Cromañón volvieran a entrar para intentar salvar a algún amigo, pareja o familiar. Es probable que Crotto tarde varios meses todavía en resolver sobre este aspecto de la causa. Si hay procesados y el caso llega a juicio, será una especie de juicio Cromañón II.