La Justicia porteña clausuró ayer el comedor comunitario del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD) que se encuentra en Puerto Madero desde hace dieciséis meses y el titular de la agrupación, Raúl Castells, consideró la medida como un “atropello” del gobierno nacional.

La clausura del local fue dispuesta por el fiscal contravencional porteño Martín Lapadú, tras una inspección que pidió la Dirección General de Fiscalización y Control (DGFyC), dependiente del Ministerio de Seguridad del gobierno porteño. “Los resultados del relevamiento mostraron incumplimiento en materia de seguridad, higiene y habilitación”, informó una fuente del gobierno porteño. El comedor ofrecía diariamente mate cocido y tortas fritas a unas 80 personas.

Castells afirmó que “la clausura es una represalia del gobierno nacional” a su presentación como candidato a presidente por el MIJD.