SOCIEDAD
Bajando de los barcos
Más de 30 polizones llegaron durante el año pasado a los puertos ubicados entre Rosario y Zárate-Campana. El dato corresponde a Leandro Zaccari, delegado del ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) en Rosario. Si se siguen los números de Migraciones, la cantidad ascenderá a 45.
Pero en lo que va del mes, la tendencia aumentó: el 1º de enero desembarcaron siete iraquíes (cinco kurdos y dos de origen árabe) y la semana pasada, cuatro africanos de Sierra Leona y uno de Ghana, en el puerto de Campana. Todos hicieron su correspondiente solicitud de refugio. Otros tres nigerianos llegaron, y como no pretendían refugiarse fueron devueltos a su país.
“Hasta el ‘99 –dice Zaccari–, llegaron al país más de 2300 refugiados, de los cuales el 80 por ciento arribó en calidad de polizones.” El ACNUR forma parte de la Cepare, la comisión que otorga el status de refugiado después del análisis de cada caso. La integran también la Dirección de Migraciones y Cancillería. Las solicitudes de Moohmed Baldé, Benardo y John ya fueron realizadas, pero hasta que se disponga si se les da el trato de refugiados, son admitidos en carácter de provisoriedad, con renovaciones parciales cada 30 días.
“Una vez que se ha realizado la solicitud –explica Zaccari–, el ACNUR se dedica a resolver los problemas de instalación del refugiado. Se le consigue vivienda, se procura su inserción mediante la enseñanza del español y, si es necesario, se le busca trabajo. Mientras la Cepare analiza el pedido, nosotros le damos el tratamiento de refugiado. Una vez que se le otorga ese rango, esa persona adquiere todos los derechos de un argentino.