En su edición del 5 de agosto de 2001, Página/12 informó sobre la existencia, en la provincia de Jujuy, de un “escuadrón” de niñas y niños de entre 5 y 16 años que recibían instrucción militar. Su comandante era el teniente coronel retirado Horacio Gentiluomo, que en ese momento era el jefe de Policía de esa provincia. “Estamos trabajando así porque en su momento perdimos la oportunidad histórica de cambiar las cosas”, declaró Gentiluomo, en una velada reivindicación del terrorismo de Estado.

En julio de 2008, esta vez desde Salta, otra vez este diario dedicó sus páginas a develar la presencia de los cuerpos de Policía Infantil, con chicos de entre 6 y 13 años. Más de cinco mil chicos, cada semana, aprendían a marcar el paso. Los que concurrían eran chicos de hogares pobres que, además de cierta contención, recibían una cultura “de mando” y una recia disciplina militar. En Salta había –se afirma que la práctica continúa hoy con ligeras variantes– 72 cuerpos de Policía Infantil que dependían en forma directa de las autoridades policiales.

Informaciones actuales señalan que en once provincias siguen reclutándose niños y jóvenes para darles instrucción policial y militar. Los chicos tienen entre 8 y 16 años. Estos escuadrones, a los que se denomina “Serenitos”, en alusión al postre preferido de los niños, estarían funcionando en Santa Fe, Salta, Jujuy, Entre Ríos, Tierra del Fuego, Mendoza, Misiones, Corrientes, San Juan, Neuquén y Chaco.