SOCIEDAD › MARCELA PEREIRA INVIRTIO 300 PESOS EN GENEROS
“No creía que iban a pagarme”
Marcela Pereira es la más joven de las mujeres que recibieron un microcrédito Grameen a través de Cáritas en Mármol. Tiene 35 años, el cabello enrulado y una sonrisa muy cálida. Vive con su marido –empleado de comercio– y dos hijos, de 7 y 10 años, en una casita prefabricada. Pidió un préstamo de 300 pesos y paga cada semana 7,60. “Ya voy por la cuota 25 y empecé en diciembre. En la época de trabajo más fuerte, en marzo, cuando se venden más guardapolvos, adelanté muchas cuotas, porque sabía que después iba a vender menos.” Marcela es costurera. Hace dos años dejó de trabajar para otros y empezó a vender sus confecciones los domingos en ferias de Almirante Brown. Pero en 2002 tuvo que parar de trabajar porque no le quedó resto para comprar telas y seguir fabricando. “El crédito me sirvió para invertir en telas y poder seguir fabricando”, cuenta en el pequeño taller montado al costado de su casa. Su fuerte son los guardapolvos, los uniformes escolares de colegios de la zona y los equipos de gimnasia. “Yo no creía que me iban a prestar plata y en mi casa tampoco. Empecé a ir a las reuniones y recién a los ocho meses me dieron el crédito. Cuando le comenté a mi marido, me dijo: ‘¿Cómo? ¿Te van a prestar plata sin firmar nada?’” Aquel recuerdo la divierte. Su sueño es poder montar un pequeño local en su casa para no tener que ir de feria en feria los domingos, porque esas cuatro horas que va y viene le atrasan la costura.