“Muchos desconocen que no sólo los niños, sino también los adultos deberían tener su ‘carnet de vacunación’ al día –advirtió Carla Vizzotti, titular del Programa de Enfermedades Inmunoprevenibles del Ministerio de Salud de la Nación–: la doble para adultos, que incluye antitetánica y antidiftérica, debería reforzarse cada diez años. También deberían tener la vacuna contra la hepatitis B (ver nota principal) y haber completado el esquema contra el sarampión y la rubéola. Y los grupos en riesgo –como las personas con enfermedades respiratorias, cardíacas y personas mayores de 65 años– deberían también vacunarse contra el neumococo, que causa la neumonía.”

Rafael Mazin –asesor principal de la OPS– destacó que “especialmente las mujeres que se acercan a la toma de decisión acerca de embarazarse deberían estar atentas a contar con una inmunización amplia, que incluye la tos ferina, el sarampión, la parotiditis. Esto reduce el riesgo de contraer durante el embarazo enfermedades que pueden tener efectos graves sobre el desarrollo fetal; previene la transmisión en el parto y asegura que en el organismo de la madre circule gran cantidad de anticuerpos, que se transmitirán al bebé durante la lactancia”.