SOCIEDAD › ¿POR QUE JOSE VALES?
La Justicia sin fronteras
El caso del represor de la ESMA, Ricardo Miguel Cavallo, es quizás el que más ha aportado en el mundo al progreso de la llamada Justicia global. Cavallo fue represor y genocida en la Argentina, fue detenido en México y luego deportado a España, donde está siendo juzgado por los delitos que cometió en la Argentina. Como señala José Vales, Cavallo se convirtió también en una especie de símbolo del entrelazamiento de la corrupción de la dictadura militar con la corrupción del menemismo.
Los mismos que comercializaron el botín de guerra arrancado a los desaparecidos, aparecen luego junto al que fuera secretario general de la Presidencia de Carlos Menem, Alberto Kohan. Y bajo la sombra del menemismo desarrollaron jugosos negocios a costa del Estado, que luego los llevaron a El Salvador y a México.
Además de realizar la investigación del caso Cavallo, Vales fue uno de sus protagonistas principales ya que, como corresponsal del diario mexicano Reforma, le correspondió identificarlo en una carrera contra el tiempo. La nota debía salir antes de que Cavallo abandonara México porque en la Argentina estaba protegido por las leyes del Punto Final y Obediencia Debida.
Vales quedó atrapado por la historia y se introdujo en todos sus pliegues hasta reconstruir con mucho detalle la vida del represor, la promoción número cien de la Armada, donde convivieron con tirantez futuros montoneros con futuros represores, la locura de la ESMA y después el festival de corrupción del menemismo. Es la vida de Cavallo, pero también es un retrato de los 30 años de neoliberalismo en la Argentina.