La madre de un alumno de la escuela N°5 Ursula Llames de Lapuente, de Palermo, que recurrió a la Consavig para denunciar el lenguaje sexista que mantienen los boletines de calificaciones de las escuelas públicas porteñas, contó a Página/12 que “el año pasado cuando recibió el boletín de su hijo notó que al igual que el año anterior, el lugar para la firma estaba encasillado como: padre/tutor/encargado”. “No me sorprendió que no lo hubieran cambiado, pero esta vez había un detalle que me molestó particularmente. En el frente del boletín aparecía un espacio en blanco con la leyenda: ‘Adulto responsable’ y una línea punteada para completar. Cuando mi hijo hizo primer grado en el 2013 entregaron los boletines con este espacio en blanco para que cada familia lo completara, en cambio en el 2014, la maestra se tomó el atrevimiento de completar los boletines de todo el grado con el nombre del padre de cada niño y niña. Lo que hice ante este escenario es agregar mi nombre apretujado por sobre el del padre y me acerqué a hablar de manera informal con la maestra. Mi conversación con la docente empezó con una pregunta. Le dije: ‘Si mi hijo vive conmigo, lo traigo todos los días a la escuela yo, lo vengo a buscar todos los días yo, firmo el cuaderno de comunicaciones con cada nota que enviás... ¿Qué te hizo pensar que el adulto responsable es el padre?’. La maestra no supo la respuesta, yo sí, lamentablemente. El patriarcado se lo hizo pensar. Su respuesta fue que no me lo tome a mal, que no se había dado cuenta. Y me aclaró que puso en todos los casos, en todas las familias, el nombre del padre... Como para que no quede duda y no piense que había sido algo personal conmigo. En fin. No insistí en la escuela. Sé que el hilo se corta siempre por lo más delgado así que preferí no ensañarme con la maestra que es una víctima más de la naturalización machista y me puse en contacto con la Consavig para que mi reclamo llegara al Ministerio de Educación que es quien imprime los boletines y enseña que los niños y niñas son de sus padres varones. Ellos enviaron una carta documento preservando la identidad de mi hijo pero me mantuvieron informada de manera informal sobre el envío. Sin embargo nunca hubo respuesta ni de la escuela ni del Ministerio”, detalló a este diario.