El tema del aborto divide transversalmente a las bancadas, salvo en el bloque socialista y la izquierda, que los apoyos al proyecto de IVE son unánimes. En los últimos años no se pudo avanzar en la discusión por falta de acuerdo político, y uno de los factores que incidieron fue la postura en contra de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Mauricio Macri definió su posición en contra en el reciente Congreso Eucarístico Nacional, que se realizó en Tucumán, donde expresó la defensa de la vida “desde la concepción hasta la muerte”, fórmula que enarbola la Iglesia Católica, para rechazar cualquier legislación que permita la interrupción voluntaria de un embarazo. En el bloque kirchnerista, muchas de sus integrantes que defienden la legalización prefirieron esta vez no firmar el proyecto por diferencias políticas con Donda, y están elaborando uno propio, que podrían presentar próximamente. De todas formas, apoyarían el de la Campaña, llegado el caso de que se diera el debate. “Durante el gobierno kichnerista se avanzó en dos de los tres pilares de la Campaña: la educación sexual integral para que las mujeres puedan decidir, con capacitación a miles de docentes y producción de materiales, y en la promoción de los anticonceptivos a través del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, para que las mujeres puedan evitar un embarazo no deseado. El desafío hoy es no retroceder en estos dos aspectos, y avanzar con la despenalización y legalización del aborto”, reflexionó la secretaria de Género de la CTA, Estela Díaz, en diálogo con Página/12.