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Por Luis María Pescetti *

La primera vez que fui a firmar a la Feria, el público pasaba delante del stand como un río ocupado en otros asuntos. Yo estaba sentado con mis libros desplegados enfrente, y nadie, ya no digamos se detenía: ni siquiera miraban. Un éxito como fracaso mi presencia. De pronto dos chicos se desprendieron de su grupo, se acercaron, apoyaron sus codos en la mesa y comentaron con indolencia: “Este lo leí”, “Yo leí éste”; pero sin levantar la vista.
Mi lapicera estaba ansiosa por brindar un autógrafo, pero ellos, con sus caras clavadas en los libros, ni me registraban. No me aguanté, hice de abuela de mí mismo, y les dije: “Che, yo soy el autor”. Se les iluminó la cara, miraron las tapas, volvieron a mirarme y uno de ellos exclamó: “¿¡Vos sos Alfaguara?!”.

* Escritor (autor de Historias de los señores Moc y Poc, El pulpo está crudo y ¡Buenísimo Natasha!) y autor e intérprete de canciones infantiles humorísticas.