SOCIEDAD
Condiciones infrahumanas
La Penitenciaría de Mendoza llevaba durante el año pasado la cifra record de 16 muertos a lo largo de 10 meses. El último fue un preso que apareció descuartizado. Los niveles infrahumanos de vida de los internos se pueden describir, si es que las palabras alcanzan, en los informes realizados por los abogados defensores de los derechos humanos en Mendoza, que hacen referencia a la situación degradante de los presos y que motivaron la intervención de la Comisión y de la Corte Interamericana por los Derechos Humanos. El 11 de mayo último, en Asunción, Paraguay, se firmó un acta en una audiencia convocada por la propia Corte Interamericana. Firmaban el acta un representante de la Comisión, un funcionario de la Cancillería argentina, otro de la Secretaría de Derechos Humanos, abogados peticionantes y representantes del gobierno de Mendoza. En el acta, los mendocinos se comprometieron a separar a los internos por categorías, a realizar mejoras progresivas a la condición de detención y la anulación de los castigos. No hace falta decir que no cumplieron: el Perro Videla estaba en un pabellón de adultos, de castigo y en condiciones degradantes hasta para un perro.